miércoles, 19 de noviembre de 2014

Así murió Franco

Franco murió en “La Paz” un 20 de Noviembre de 1975. Murió en la cama de un hospital de la seguridad social .




 

La última vez que los españoles vieron a Franco con vida fue el 1 de Octubre de ese mismo año en el balcón de la Plaza de Oriente en aquel mítico discurso de la conspiración masónico-izquierdista que todavía se usa para mofarse de él.

 


 
  


Nací en los 80 ya en democracia,pero les prometo que no hay vez que pase por aquel lugar de Madrid que no recuerde las imágenes del Caudillo afectado por el Parkinson aclamado por su pueblo, el pueblo que creyó en él y el pueblo en el que él creyó.
 
 
 
“Españoles: Gracias por vuestra adhesión y por la serena y viril manifestación pública que me ofrecéis en desagravio a las agresiones de que han sido objeto varias de nuestras representaciones diplomáticas y establecimientos españoles en Europa, que nos demuestran, una vez más, lo que podemos esperar de determinados países corrompidos, que aclara perfectamente su política constante contra nuestros intereses. No es la más importante, aunque se presenta en su apariencia, el asalto y destrucción de nuestra Embajada en Portugal, realizada en un estado de anarquía y de caos en que se debate la nación hermana, y que nadie más interesado que nosotros en que pueda ser restablecido en ellos el orden y la autoridad. Todo obedece a una conspiración masónica izquierdista en la clase política en contubernio con la subversión comunista-terrorista en lo social, que si a nosotros nos honra, a ellos les envilece. Estas manifestaciones demuestran, por otra parte, que el pueblo español no es un pueblo muerto, al que se le engaña. Está despierto y vela sus razones y confía que la valía de las fuerzas guardadoras del Orden Público, y suprema garantía de la unidad de las Fuerzas de Tierra, Mar y Aire, respaldando la voluntad de la Nación, permiten al pueblo español descansar tranquilo. Evidentemente, el ser español ha vuelto a ser hoy algo en el mundo. ¡Arriba España!”
 
 

 

El poder de Franco como Jefe del Estado emana de la Guerra Civil Española cuando los generales del bando Nacional le otorgan plenos poderes, los cuales ostentó hasta prácticamente el día de su muerte. Falleció con 83 años. Hacía tres días de aquel primero de Octubre que el Régimen había fusilado y bien fusilado a los terroristas asesinos que habían matado a tres guardias civiles. En esa época no se andaban con chiquitas como ahora. La izquierda en toda Europa se manifestó llamando asesino a Franco, pero curiosamente a los propios asesinos de trabajadores, de padres de familia, a esos no los llamaban asesinos. Incluso quemaron la embajada española en Portugal. Los mismos que se autodenominan pacifistas, garante de los derechos humanos y que tanto abogan por el diálogo.

Aquella concentración en la Plaza de Oriente tuvo que ser memorable. En medio de un fervor patriótico sin igual, aclamando al Generalísimo al que todo se lo debemos, escuchando sus palabras a menudo interrumpidas por los vítores y finalizando con el Cara al Sol brazo en alto y un Arriba España del Caudillo. En un último gesto a modo de despedida Francisco Franco alza los brazos al aire juntando las manos en lo que fue un abrazo a todos los españoles a los que tanto amó. Era su despedida hasta siempre de una época HISTORICA con mayúsculas de nuestra nación.
 
 

 

En aquella concentración se ve a un Franco muy viejo, débil, muy deteriorado físicamente y atacado por el Parkinson, pero con el carisma de los grandes hombres, su mera presencia mantiene en pie al Régimen y levanta ánimos entres sus seguidores.
 
 

Tras haber sido ingresado en 1974 en el hospital Franco dejó bien claro que al hospital no quería volver, que lo que tuviese que suceder fuera en casa. Franco vivió en el palacio de El Pardo desde 1940.

Franco sufrió una enorme y larga agonía hasta su muerte. La mente la conservó lúcida, y es sabido que en sus últimos días especialmente le dolió la puñalada trapera miserable que le metió la Iglesia, pidiendo clemencia para los asesinos. Eso a Franco le afectó muchísimo, pues a una persona tan católica no podía pasar por alto aquel hecho. Franco sintió la traición de la Iglesia, aquella que fue santo y seña de la Cruzada y que tanto había hecho por ella. Yo personalmente jamás le perdonaré a la Iglesia ese cambio de chaqueta para ganarse el perdón progre, antiespañol, abortista y demás gentuza que llegado el momento se lo agradecerán como en los años 30.
El Ejército sí se mantuvo fiel hasta el final.

 

Mientras la tensión en el Norte de África va en aumento, pudiendo llegar incluso a la guerra. El Sahara es un polvorín. Hasam II Rey de Marruecos jugó sus cartas de una forma, no sé si decir astuta a secas o miserablemente astuta, para conseguir sus objetivos.
 
 

 

En la madrugada del 15 de octubre Franco se empieza a encontrar mal por la noche. El médico de cabecera le administra un calmante y vuelve a dormirse. Al día siguiente llevan un electrocardiograma al Pardo y detectan un infarto.

Los tres médicos van al Pardo a hablar con él, Isidoro Mínguez, Vital Aza y su yerno Cristóbal Martínez-Bordiú. Le dicen que tiene una afección del corazón y que tiene que guardar reposo. Le dicen en otras palabras que ha sufrido un infarto (insuficiencia coronaria aguda) y que debe guardar reposo físico y mental y olvidarse de preocupaciones y problemas. Y algo que me ha marcado profundamente es la respuesta de Franco diciendo a los médicos que lo entiende pero que él tiene sus obligaciones  como Jefe del Estado y que las iba a cumplir, que el tiene muchos problemas (sus problemas no eran mas que los problemas de España). Dicen que Vital Aza casi le gritó que debía hacerles caso, e Isidoro Mínguez pasado el episodio le cogió la mano apretándosela, a lo cual contestó Franco de la misma forma, mientras el cardiólogo le explicaba que ellos estaban allí para ayudarle no para crearle más problemas, y Franco volvió a insistir en que él tenía muchos problemas y que llevaba quince días casi sin dormir. Franco era así. Una persona que incluso muriéndose seguía cumpliendo con su deber hasta el mismo día de su muerto como a lo largo de su vida predicó. Igualito que su sucesor.
 
 

Franco en sus discursos varias veces dijo que el Caudillo no podía atenerse ni al relevo ni al descanso y que solo la muerte le apartaría de su deber. Así fue.

 
Fueran los fusilamientos, el Sahara o la traición de la Iglesia a Franco todo eso, y en especial la condena del Papa le afectó muchísimo.

 

El 16 de Octubre Hasam II anuncia la Marcha Verde sobre el Sahara español. 350.000 marroquíes toman el Sahara a sabiendas del estado de salud de Franco.
 
 

El viernes 17 de Octubre en el Pardo está convocado el Consejo de Ministros. Los médicos lógicamente le insisten para que no presida ese Consejo, y le advierten que puede morir, a lo que Franco responde: “el que yo me muera qué importancia tiene, yo tengo que seguir cumpliendo los compromisos y obligaciones que tengo”.
 
 

Ése era Franco. Desde una habitación contigua al salón del Consejo se instalan los aparatos para controlar el corazón de Franco. Franco en aquel Consejo se juega la vida. El conflicto del Sahara le altera especialmente.

Como no quería volver al Hospital montan una Unidad de Cuidados Intensivos en El Pardo en su habitación.
 
 

El sábado 18 de Octubre de 1975 Franco se encierra en su despacho y escribe su famoso testamento, su último mensaje al pueblo español, su despedida. Es admirable como un hombre en tal estado consigue mantener tal lucidez para escribir esas líneas magistrales. Franco sabe que se va a morir en breve.
 

 

Mientras los marroquíes siguen su marcha verde y las tropas españolas en el Sahara se preparan para recibir órdenes.

El lunes 20 Franco sufre una angina de pecho muy grave que le deteriora muchísimo. Se informa al Presidente del Gobierno. Esa misma mañana Franco le recibe. Como ven no cesa de sus obligaciones bajo ningún concepto. Arias Navarro se imagina que Franco va a renunciar a la jefatura del estado, pero no, El Caudillo habla del Sahara. Sencillamente…Franco.
 
 

Franco ordena a Arias Navarro que se pusieran tres filas de minas en el Sahara y se informase al Rey de Marruecos de ello. Pero desoyen a Franco ante el temor a una guerra con Marruecos justo con Franco muriéndose. Intentan llegar a un acuerdo con Marruecos a espaldas de Franco, que por supuesto no lo habría permitido.

Como curiosidad los médicos habían aconsejado a Franco hacer ejercicio físico, y para hacerlo Franco utilizaba el himno de la Legión.

 

El día 26 Cristóbal Martínez Bordiú habla con el príncipe para que hable con Franco para que le traspase el poder con el visto bueno de los médicos. Finalmente no acude pues Franco no está todo lo lúcido que debería estar para tomar esa decisión.

 

Mientras 350.000 marroquíes sigue avanzando aprovechándose de una forma vergonzosa de la debilidad de Franco y de la situación política muy delicada que hay en España. El Ejército Español se repliega unos kilómetros al interior dejando en esa franja gran cantidad de minas, por lo que si la marcha verde llegaba allí habría gran cantidad de muertos y la guerra sería inevitable. Se evacúa a la población civil.
 
 

El Rey Juan Carlos acepta la Jefatura del Estado en funciones ante la debilidad del Caudillo. La situación es terrible: Franco se muere y el Sahara es un polvorín a punto de estallar. Y de otro lado toda la oposición a Franco esperando a asaltar el poder, más los que ya estaban cambiándose la chaqueta de franquistas a demócratas.

Franco sufre hemorragias digestivas causadas por la presión mental. Lo que viene siendo echar sangre por la boca. Algo terrible. Franco repetía “dejadme morir en paz”.


 

A la familia de Franco se le plantea la cuestión de si dejarle morir o abrirle la tripa para operarle o cortar la hemorragia. Deciden operarle. No se dan garantías en el traslado a un hospital y Franco había dicho que él no quería volver a aquel lugar. Se pensó en una especie de hospital de campaña. Se piensa entonces en una especie de botiquín de la tropa que habilitaron como quirófano, una especie de enfermería botiquín que en absoluto reunía las condiciones para tal empresa. Una cosa viejísima de principios de siglo. No cómo se ha dicho los malintencionados de siempre que era lo que había entonces, que fíjate que miseria había en España…mentira y mentira. Era una enfermería medio abandonada y las circunstancias hicieron que fuera testigo de aquellos momentos históricos.



 

Como de la puerta de El Palacio de El Pardo a la enfermería había más de un kilómetro se llama a una ambulancia para trasladar a Franco y de la cama a la ambulancia como la camilla no permitía el giro en la escalera se trasladó a Franco en una…¡alfombra!

En palabras de uno de los médicos era asombroso, espectacular y admirable el respeto que la Guardia Civil a aquel ser humano que era un saco de huesos sangrando por la boca y envuelto en una alfombra que sin embargo aun era el Jefe del Estado, el hombre que ganó la guerra, el que se las vio con Hitler, el Generalísimo, el Caudillo, nuestro Franco. La España Grande, la España Libre…la España Inmortal, el heredero de Los Reyes Católicos y de Felipe II. Era aquella España y como tal le rindieron el debido respeto.

Tumban  a Franco desnudo en la mesa de operaciones, entre el griterío de todos los que allí estaban. Consiguen hacer silencio y se quedan en la sala de operaciones el doctor Vital Aza, dos doctores cuyo nombre discúlpenme no recuerdo y un sacerdote.





En medio de la operación se funden los plomos y se quedan sin luz. Imagínense que estampa tan terrorífica. Llamaron al electricista del pueblo de El Pardo que estaba en la cama y allí encontró a Franco con la tripa abierta en un quirófano improvisado y sin luz. Vuelve la luz, consiguen cerrarle las hemorragias a Franco y Franco de momento sigue con vida milagrosamente. Sus constantes vitales son completamente normales y se le devuelve a su cama en el Palacio de El Pardo. La fortaleza de este señor no tenía límites.



 

 

El 5 de Noviembre es ingresado en “La Paz” ante la negativa de los médicos de volver a repetir aquel episodio tan siniestro.

Franco es operado dos veces más a vida o muerte. Franco resiste todo. Como en su vida política o militar, por muy adversa que fuera la situación siempre conseguía salir airoso. Llamémosle la “baraka”, la suerte, la gracia de Dios o la fortaleza y la templanza, pero Franco siempre tuvo ese “algo” especial, es protección divina.


 

Franco está intubado y sus funciones físicas necesitan de la ayuda de máquinas. Franco se muere y sólo queda saber cuándo va a suceder.

Mientras la marcha verde el 6 de noviembre entra en territorio español acercándose cada vez a la zona minada. El Ejército se prepara para atacar. En el último momento las conversaciones llegan a un acuerdo. España acepta negociar sobre el Sahara a cambio de que Hasam II de la orden de regresar a la marcha verde, evitando así una masacre. El Rey Hasam ha ganado.


 

En la noche del 19 de Noviembre estando de guardia el doctor Vital Aza el electrocardiograma que monitorizaba las constantes vitales del Generalísimo se fueron apagando hasta que por fin, como una vela que se consume, se apagó para siempre. 2.45 de la madrugada del veinte de noviembre de mil novecientos setenta y cinco.
Sus retos reposan en el Valle de los Caídos bajo una losa de una tonelada y medio de peso.
En dicha losa solo figura una cruz y un nombre: FRANCISCO FRANCO.
 
 








 

 

 

 

 

2 comentarios:

  1. Franco era duro pero bueno y justo, nos dió bienestar, educación, modernizó y desarrolló el pais. En definitiva él tenía en su cabeza un proyecto para España y con dificultades lo hizo. Muerto Franco el sistema era imposible que se sostuviera porque el sostén era él.

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    1. Gracias por su comentario.
      Estoy de acuerdo con lo que usted dice.
      En franquismo como tal murió con Franco aunque los revanchistas y antifranquistas de siempre se niegan a darle por muerto, solo asi se explica que 40 (40!) años después sigan manifestándose contra él. Tras su muerte crecieron los antifranquistas como setas en el campo.
      España era franquista, y el estado giraba entorno a él. Él y sólo él tenía el carisma y la autoridad para hacerse respetar, nadie podía recoger ese testigo.

      Para mi y desde la perspectiva de un joven que nació en los 80 veo a Franco como un padre duro y autoritario pero bueno y justo. Un padre cuyo hijo era el pueblo español. Franco conocía a la perfección los virtudes y defectos de los españoles y en función a tal cosa actuaba, castigando cuando uno se portaba mal y premiando el buen comportamiento.
      Y sobre todo como usted dice con mucha razón, él sí tenía un proyecto para esta nuestra España, cosa que hoy solo hay que ver a nuestros políticos, unos no tienen ningún proyecto salvo el de ganar las elecciones para estar en el poder y luego ya veremos, y otros sí tienen un proyecto claro y definido: la destrucción de España en sus múltiples vertientes (islamización, nacionalismos varios y sistemas comunistas).
      Un saludo

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