En mi etapa anterior, desde septiembre de 2011
a julio de 2012, viviendo en Hospitalet de Llobregat, me sentí a gusto en todo
momento y jamás tuve ninguna pega salvo la crueldad de estar solo en un lugar
que no es tu casa alejado de los tuyos y la presión bestial a la que fui sometido para conseguir el objetivo
que me había traído hasta Barcelona.
En el tiempo que llevo aquí, algo más de un mes
aproximadamente, he visto una Cataluña mucho más radicalizada, mucho peor. Como
dos fotografías una al lado de la otra he podido comprobar hasta qué punto en
tres años esta gentuza que gobierna aquí ha encendido, caldeado y agitado el
nacionalismo, en gran parte para tapar la corrupción que hay en esta región.
Banderas españolas, francamente y hablo de lo
que yo he visto que no quiere decir que sea la palabra de Dios ni la verdad
absoluta, muy pero que muy poquitas. Banderas independentistas, por miles por
todas partes vayas donde vayas y mires donde mires.
En el barrio que vivo actualmente, el barrio de
Gracia, antigua villa independiente de Barcelona, solo hay que darse un paseo
por sus calles para ver la pestilencia y la decadencia de una ciudad y una región
que antaño era la envidia de España.
Los balcones llenos de banderas esteladas y
catalanas, ninguna española que yo haya visto. Recalco para que no haya ninguna
duda de interpretación: NINGUNA. Todo empapelado con publicidad de Podemos, de
la Ada Colau, de la independencia, pintadas a favor del llamado derecho a
decidir, grafitis, etc…Todo al más puro estilo batasuno. Alguno no pone más banderas en el balcón porque no tiene más espacio. Lo español, es algo
fehaciente, ha sido barrido, exterminado de la vida pública catalana. Todos los
rótulos de las tiendas en catalán, me imagino que por miedo a que te multen o
porque simplemente lo quieren así. Porque luego la realidad es que entras a
cualquier sitio a comprar, desde la panadería al supermercado y la conversación
es en español como si estuviese en cualquier otro lugar de España.
Hay hasta comercios, que yo ahí francamente he
alucinado, que hasta ponen la bandera independentista en la entrada. Ellos
sabrán. En los kioskos de prensa de Barcelona vendiendo la bandera independentista,
no sé si a cambio de algo, por miedo o por presiones o quizás por voluntad
propia. No lo sé.
La gente pues habiendo de todo la verdad se
nota una decadencia directamente proporcional al aumento del perroflautismo.
Gentucilla con unas pintas de pordioseros sacando a sus perruchos pulgosos
mientras fuman porros, se sientan en el suelo sucio como los animales de granja. Todo muy decadente. Carne de cañón de los antisistema, Podemos, la Colau, la
CUP, ERC, y por supuesto todos independentistas.
Hasta donde llega la necedad, la estupidez, la
subnormalidad y la nula altura de miras de algunas personas que aquí viven, que
hay hasta pintadas y pegatinas contra el turismo. Si, créanme. Del tipo “turistas terroristas” o
“el turismo mata a los barrios”, en catalán claro, y algunas en español. Una
ciudad que tiene unos ingresos bestiales gracias al turismo que crea una infinidad de puestos de trabajo y de riqueza, con un puerto
donde a diario desembarcan cruceros con no cientos sino miles de turistas que
salen como locos a ver Barcelona y a gastarse dinero en comer y en compras, y
puedo dar fe de ello, la gran parte de ellos gente civilizada, pues hay gente
que también quiere echarlos. es una muestra del nivel de degradación humana que ha llegado a esta región aun española.
Me imagino que su modelo de gobierno será la
Cuba de los Castro, y ya ni eso, pues hasta en Cuba serán comunistas pero no
gilipollas y se están abriendo al turismo y a empresas extranjeras. En España para
atrás, siempre hacia atrás, y si el lugar es Cataluña muchísimo más. Además me
sorprende una cosa de este lugar, y es que la Cataluña de hoy es una especie de
banco de pruebas de todo aquello que va contra el ser humano, contra los
valores tradicionales, contra la libertad, contra el cristianismo y por
supuesto, contra España. Todo lo que cabe en ese saco es bien recibido en
Cataluña. Bueno, que digo bien recibido, es recibido con los brazos abiertos y
una sonrisa de par en par.
Por mi trabajo tengo que viajar y moverme por
Cataluña, y la situación fuera de la capital catalana no es mejor sino peor
aun.
Hacia el interior, Vic, Ripoll, etc… es una
avalancha nacionalista. Que por cierto, mucho independentismo y mucha catalanidad
pero entras a un bar a tomarte un bocadillo y están con el Telecinco viendo el
Hombres mujeres y viceversa. Lo más basuriento de la televisión a nivel nacional por encima de basuras podemitas y de Sávames, para eso sí
son españoles.
Luego otras regiones son para echarse a
temblar. No recuerdo que municipio de la costa del Maresme, creo que Premiá de
Mar, nada más entrar en el pueblo, el típico cartel de cualquiera pueblucho de
España de “prohibida la venta ambulante excepto los martes”, aquí no. Aquí ese
cartel dice en catalán, faltaría más, Municipio adherido a no se que de
municipios por la independencia. Pero el despropósito no termina ahí en
absoluto, la cosa es mucho peor. Lo que en cualquier ciudad ya ni de España
sino de cualquier lugar civilizado del mundo, se cuelga de las farolas
anunciando una obra de teatro, algún evento especial o por ejemplo la
publicidad de los partidos políticos en época electoral, aquí no. Aquí
empapelan, decoran toda la ciudad, pueblo o municipio con banderas
independentistas, pagadas por todos los españoles claro. Es terrible.
El que haya conocido Cataluña en los años
60,70,80 podrá dar fe de lo que yo pienso. Y lo que pienso es esto: que una
región antaño próspera, con un nivel de vida muy superior al del resto de
España, donde la gente se veía que tenía mejores coches, que vestía mejor, que
iban más limpios y aseados que como iban gran parte de los españoles, ahora es
todo lo contrario. El maldito catalanismo que ha derivado en el sentimiento
independentista que no es más que el odio a España, se esta llevando por
delante a esta región tan importante para España y para Europa.
Hubo un tiempo en el que ser catalán era
sinónimo de ser un tipo con clase, emprendedor, con dinero en el bolsillo, con cultura, con educación y saber estar. Hoy, eso que los catalanes llamaban "el seny" ha desaparecido por completo dejando lugar a la mugre, al perroflautismo, a la ordinariez y a todo lo que atenta contra lo cristiano, lo español y lo decente.
Para más inri, y además para opinar con más
conocimiento de causa, en esta Semana Santa 2016 he vuelto a Madrid y la he
pasado cerca del El Escorial, donde estuve con mi novia viendo las procesiones
y dando un paseo por sus calles, además el Sábado santo fuimos a Ávila de turismo donde también vimos la expresión de la fe cristiana. La diferencia es abismal entre ambas regiones que no hay comparación posible.
Donde en un lugar ya no hay procesiones apenas pues la gente no cree en Dios ya
que se creen más listos que el resto de la humanidad y muchos no tienen ni donde caerse muertos, donde no ves ni una
bandera nacional bajo pena que te tiren un cóctel molotov contra tu ventana o
balcón o te metan cuatro leches o te insulten, en el otro hay unas procesiones
preciosas donde se vive la emoción de la Semana Santa, la fe en Dios y el amor
a España con banderas nacionales por todas partes, algunas de ellas de
dimensiones espectaculares.
Cuando las cofradías entran a la basílica del Monasterio de El Escorial y se toca el Himno Nacional en total silencio y respeto, y al terminar todo el mundo aplaude en señal de admiración y respeto, y al entrar al Monasterio se toca música religiosa en el órgano espectacular que hay en tal lugar, es de tal emoción......En ese momento es cuando uno piensa que semejante acto es total y absolutamente imposible en la Cataluña actual. Es como dos amigos que llegados al bachillerato uno tiene claras las cosas en la vida y sigue estudiando una carrera y se echa una novia y el otro deja de estudiar, se dedica a salir de fiesta, a consumir drogas y a llevar una mala vida.
No hay color, y es muy triste por la parte que
le toca a Cataluña.
Yo no quiero exterminar ni perseguir el catalán,
ni la butifarra, ni los calçots. Quiero vivir en paz y armonía con todo el
mundo y si ese mundo es gente de mi propio país, doblemente.
Si yo voy por la calle y alguien me pregunta en
inglés, y en las cuatro palabras que yo se le puedo ayudar le responderé en
inglés si está en mi mano. Es una cuestión de educación, y no por ello voy a
ser menos español. Por eso no entiendo que si todos hablamos el mismo idioma,
pues todos hablamos español, haya que poner una barrera con el idioma, aunque
como ya he dicho en otras entradas, el lógico y normal que en fanáticos de la
independencia el primero lazo a romper sea el del idioma, pues es como dos
personas se entienden. Roto ese lazo de la comunicación tienen mucho ganado, por eso quieren
exterminar el español de Cataluña.
Pero hay una luz de esperanza. Frente al odio y el fanatismo hay esperanza. No todo esta perdido. Hay mucha gente honesta
aun en este lugar que se sienten muy orgullosos de ser catalanes y españoles
como yo lo soy de Madrid o mi madre de Toledo. Tengo el enorme placer de conocer a varios.
Cuando ganó España la segunda Eurocopa una
riada de banderas nacionales inundó muchos balcones de la capital catalana y
pueblos de alrededor, ganando por goleada a las banderas independentistas.
Los miserables, los Pujol, Mas, Puigdemont,
Junqueras y toda la escoria dirigente nacionalista bien han sabido por donde
empezar la faena que es por las escuelas y bien pronto, desde chiquititos. La
parte buena es esa: aun queda mucha gente honesta y valiente en Cataluña
dispuesta a plantar cara al nacionalismo, La parte mala es que cada vez hay
menos gente dispuesta a plantar cara, y que las nuevas generaciones, de 30 y
pico para abajo, son un porcentaje muy alto todos independentistas.
Con la ayuda de Dios esta nación aun llamada
España siempre ha conseguido salir adelante aun en la peores situaciones cuando
todo parecía perdido. Si dicen que la historia se repite los que deben de
temblar son los que ha creado este clima insoportable y este caldo de cultivo
repugnante.
Desde Cataluña: VIVA ESPAÑA ARRIBA ESPAÑA Y
VIVA SIEMPRE CATALUÑA