viernes, 18 de julio de 2014

18 de Julio: una fecha maldita en el calendario

Se avecina un nuevo 18 de julio. Un ministro socialista, mejor si es de “Cultura”, diría que se nos echa encima el “setenta y-ochoavo” 18 de julio, pero dadas las circunstancias morales e ideológicas de esta sociedad, hoy no diría nada. Lo mejor es callar, dejar pasar la fecha, todo lo más un referencia despectiva de algún plumífero, y a esperar el siguiente evento. Pero como nosotros estamos hechos de otra pasta, porque somos de aquellos a los que nos sigue gustando, no como a otros, el paso de vencedores, sí vamos a hablar de estos dos 18 de julio: el de 1936 y el de 2014.
En 1936 se levantó una legión de españoles con madera de héroes, gente sacrificada, sufrida y alegre para acabar con el siniestro, triste y deleznable Frente Popular. No fueron responsables de la guerra civil que, como nos recuerda Alcalá Zamora en sus pesadas memorias, era el objetivo de la izquierda; guerra que ya vaticinaban periódicos extranjeros informados de la marcha al abismo del aquel Frente Popular, hoy referencia “democrática” de los partidos actuales, no importa el color de su casta política. Porque hasta para el traidor PP, el régimen que siguió a aquel Frente Popular, el que de forma pesada llaman “franquismo”, ha sido una época vacía, nefasta, hueca, un paréntesis en el devenir “democrático” de España que felizmente “se recuperó con la transición…
Bien, como nosotros somos inmunes al bacilo de la sarna ideológica, que muy bien organizada en los laboratorios políticos invade esta sociedad sin médula espinal, vamos a escribir sobre esa fecha que está, sin duda alguna, a la altura de las más importantes de nuestra Historia. Y no exageramos ni un ápice, porque pudo evitar que España cayera durante decenas de años (¿medio siglo?) en el campo desolador del marxismo, a lo que hay que añadir el haber sacado a España de su atraso secular. Son hechos que merecen esa calificación.
La victoria nacional, al impedir la de los rojos, nos evitaron diez años de guerra y de miseria, invasiones de uno y otro bando, y las consiguientes devastadoras “liberaciones”, para al final dejar, acabada la segunda guerra mundial, los problemas tan latentes como en julio de 1936.
La desaparición casi total de los componentes de aquella generación que salvó a España ha favorecido el plan demoledor de cambiar la Historia y la de mentalizar hasta en los parvularios, en una maniobra continua, constante, implacable, espesa, cainita y perversa…, cuyo final ni se adivina, porque mantienen todavía hoy su fuego sagrado. No hay más que ver esas series de TV con falangistas de camisas azules impecables, la boina roja bajo lahombrera, persiguiendo a honrados campesinos, obedeciendo las órdenes de un elegante y mal encarado cacique, calzado éste con zapatos blancos con punta y tacón negro acharolado, y con sufridas mujeres vestidas de percal, con pelo recogido y mirada triste que esperan la noticia del fusilamiento de su deudo. Y hasta la bellaquería del sistema se gasta nuestros impuestos en subvencionar extrañas películas “de la guerra civil” que ninguna distribuidora quiere ni de regalo, para luego meterlas de rondón en las paupérrimas programaciones de las cadenas oficiales, que los enganchados a la tele idiota se tragan sin chistar.
Y las generaciones que no fuimos admitidas en las banderas de Falange, Requetés, Legión… porque éstas no admitían a voluntarios de 5, 6, ni siquiera de 7 años, pero que vivimos la preguerra y la guerra, también estamos ya en primera fila para pasar el puente levadizo de la vida. Cada vez tienen estos bellacos del sistema el campo más libre, sin obstáculos. Da la triste impresión de que gracias al paso de tiempo, reforzados por los efectos del bacilo de la sarna, se están quedando sin enemigo.
Hemos tenido acceso a una lección relativa a la posguerra y al “franquismo”, de las que se utilizan en la enseñanza escolar y no sabemos si también universitaria, de esas en los que al final hay un test de “verdadero/falso”. Es difícil pergeñar mayor vileza educativa (?), donde lo que callan es casi tan importante como la mentira, donde se les recomiendan lecturas verdaderamente abracadabrantes, sin un solo título o autor que hubiera podido mostrar a estos desgraciados alumnos los auténticos entresijos de la Historia moderna de España.
Han conseguido dominar de tal forma nuestra sociedad, incluidas instituciones como la Iglesia o el Ejército, que aquí nadie se atreve a hacer el menor comentario elogioso de un simple detalle de esa época llamada “franquista”, y no exageramos si decimos que cometer esa imprudencia puede tener como consecuencia un arresto, castigo, denuncia, despido o pérdida de destino o puesto de trabajo. No dejan los del laboratorio de la sarna un solo detalle. Todo vigilado, amenazado… A ver quién es el loco que se sale de madre en tiempos de paro y de crisis.
Lo de la Iglesia resulta demencial, teniendo en cuenta que fue la Iglesia la más beneficiada con el sacrificio y la muerte de tanto español. Para sus obispos, los mártires fueron “del siglo XX” (un siglo de al parecer sólo tres años), sin querer meterse en circunstancias ni citar a los victimarios. Pero también el Ejército se ha dejado dominar por sus Pepenas, Mineros, Adax y Di talcos, abundantes hasta la exageración, que desde los altos cargos militares han asumido sumisa-mente las humillaciones que, quizá a ellos no les afectaba porque eran de la cuerda cainita, la de la “Ley de la Memoria Histórica”, pero que a nosotros sí porque, ya lo hemos dicho, estamos hechos de otra pasta.
Si España volviera a ser España habría que hacer un día una relación de “mandos” culpables, y una valoración del gran patrimonio destruido, de las Cruces de los Caídos derribadas, de las placas de calles quitadas y cambiadas, de Cementerios, de Escudos, de los museos cerrados o transformados en esperpentos de sí mismo, de los libros eliminados de las bibliotecas de centros militares, del silencio desolador de sus publicaciones oficiales u oficiosas. A ver qué publicación militar se atreve a hacer un simple comentario sobre el 18 de julio. Podemos asegurar que de hacerlo algún atrevido director, sería, en el mejor de los casos, un comentario “imparcial”.
Mientras Dios nos permita respirar en esta dimensión terrena, seguiremos defendiendo a aquellos valientes dónde y cuándo sea, porque nosotros los hemos conocido y hasta hemos convivido con ellos. Conocimos directamente en Madrid los efectos del triunfo del Frente Popular en febrero de 1936, que fue lo que hizo a mi padre, para sacar a mi madre, falangista de primera hora, del incómodo patio madrileño, y pedir un destino en Lugo. Allí se sublevó a las órdenes del comandante Manso en el cuartel del Regimiento de Infantería, marchando a liberar el Bierzo con el Batallón Gallego. Y de allí al “Alto de los Leones”, así rebautizado el lugar y luego desbautizado, cuando el gallo ya cantaba tres veces, por un ministro de UCD, hijo de un ministro de Franco. Un salto a su amada Legión, todavía Tercio, y con la 1ª bandera pasa el Manzanares, se mete en la Casa de Campo, y se clava en el Clínico de la Ciudad Universitaria.
Y de Lugo, que era una fiesta, donde yo desfilaba como “balilla” en cuanto me lo pedían, nos fuimos con madre y hermano a Talavera de la Reina, donde “creamos” la XII Bandera en una ciudad que era otra fiesta. Porque la zona nacional, con el espíritu de victoria que faltaba en la triste zona roja, era alegre. Y ya Málaga liberada, nos trasladamos a nuestros orígenes llegando cuando todavía Málaga era un churrasco negruzco y triste, consecuencia de los meses pasados bajo la pata roja, y que en pocas semanas se convertiría en una ciudad luminosa, reconstruida y alegre.
Luego Dios “pasó factura”. Muere mi padre en Carabanchel Alto, a muy pocos metros del Colegio de Santa Bárbara donde yo me prepararía siete años después para el ingreso en la Academia General Militar. Por cierto, también teníamos allí compañeros hijos de militares que habían combatido en el ejército rojo, como también los tuvimos en la General.Y el 1 de Abril, el último parte. Lo iniciado el 18 de julio se había llevado a feliz término.
Han pasado 78 años, y como nuestra memoria mantiene recuerdos hasta en los menores detalles, nos hemos convertido en testigos molestos para tertulias o debates. Somos considerados “malditos” (en unión de otros patriotas) para las TV catalanas.
Se habrá observado que no hemos citado ni al rey dimitido ni a la Monarquía, ni por supuesto de Felipe VI, el que ahora está en el trono que como un generoso carpintero les construyó Francisco Franco. Hoy guardamos piadoso silencio sobre el que firmó la “Ley de la Memoria Histórica”, pecado que como los cometidos contra el Espíritu Santo, no tiene remisión. Y no queremos perder más el tiempo ya que al nuevo monarca, por las trazas, le importa tanto aquel extraordinario suceso del 18 de julio de 1936 como los orígenes de la escritura cuneiforme.
Pues nosotros sí recordamos esa fecha y honramos a los que lucharon por Dios y por España alzándose un 18 de julio, importante día Histórico, sin paliativos.
Y para terminar y demostrar la trascendencia histórica de una fecha que quieren borrar del calendario, transcribimos lo que dijo el hoy abdicado rey cuando juró, según costumbre habitual que ha mantenido a lo largo de su vida, todo lo que le ponían por delante.… recibo de Su Excelencia el Jefe del Estado y Generalísimo Franco la legitimidad política surgida el 18 de julio de 1936, en medio de tantos sacrificios, de tantos sufrimientos, tristes pero necesarios, para que nuestra Patria encauzara de nuevo su destino.



Y rescatando los hechos, la historia puramente contada, veraz, con rigor, fue así:



A finales de junio de 1936 lo único que faltaba para fijar la fecha del alzamiento era el acuerdo con los carlistas. El 29 de junio, José Antonio envió órdenes a los jefes locales de Falange sobre cómo actuar. Sin embargo, el 1 de julio, Mola tuvo que enviar un documento a sus compañeros de conspiración recomendándoles paciencia. Los carlistas y los falangistas albergaban muchas exigencias, los primeros estaban obsesionados por los colores de la bandera sobre la cual marcharían y los segundos por problemas de autoridad. Mientras tanto, los socialistas seguían divididos, como siempre, sobre todo a propósito de las nuevas elecciones para la presidencia del partido que habían sido forzadas por los caballeristas. González Peña, el dirigente de los mineros asturianos y amigo de Prieto resultó elegido por 10.993 votos contra 2.876 lo que pareció indicar que los prietistas habían falseado los resultados. A finales de junio llegó la tan esperada fusión entre los movimientos juveniles socialista y comunista que dio lugar a la JSU (Juventudes Socialistas Unificadas) formada en su mayoría por dirigentes socialistas (como Santiago Carrillo) pero cuya línea política era comunista.
El 7 de julio, Mola escribió a Fal Conde, dirigente carlista, prometiéndole resolver la cuestión de la bandera después del alzamiento y asegurándole que no tenía relaciones con ningún partido político. Otro dirigente carlista, Lamaimé de Clairac, el inveterado enemigo de la política agraria de la República, pidió que no hubiese colaboración con Mola si éste no prometía la restauración de la monarquía. Mola, fuera de sí, rehusó estas condiciones. El 9 de julio el general Sanjurjo escribió desde Lisboa una carta conciliadora en la que sugería que los carlistas enarbolaran la bandera monárquica aun cuando Mola usara la republicana. Esto no solucionó nada pero fue más o menos por entonces cuando Franco, en Tenerife, decidió sumarse a la rebelión recibiendo el mando de las tropas de Marruecos.
En Londres, Luis Bolín, corresponsal en aquella ciudad del diario monárquico ABC, había alquilado el avión “Dragon Rapide” para trasladar a Franco desde Canarias hasta Marruecos, donde el plan preveía que asumiría el mando del ejército de África. El 12 de julio, parecía que Mola y los carlistas todavía no se habían puesto de acuerdo. Pero el primero consiguió sus fines por el entusiasmo por la lucha manifestado por la juventud carlista en Navarra y por la actuación del Conde de Rodezno, quién sugirió a Mola que tratase directamente con él que con Fal Conde en todo lo relativo a la organización carlista de Navarra. El mismo día, el “Dragon Rapide” llegó a Lisboa donde Luis Bolín conferenció con Sanjurjo, quien le aseguró que Franco era el hombre para hacer triunfar el alzamiento.
Al mismo tiempo en Madrid se estaban produciendo graves incidentes por parte de los dos bandos en los que empezaba a dividirse la sociedad española y que culminarían con la guerra civil. Aquella noche a las nueve, el teniente José Castillo, de la guardia de asalto, salía de su casa para empezar su servicio. En abril de este mismo año había ostentado el mando que reprimió una violenta movilización monárquica. Después Castillo había colaborado en la instrucción de milicias socialistas. La Falange había señalado a Castillo como futura víctima de su venganza y aquel 12 de julio fue muerto a tiros por cuatro hombres armados de revólveres que escaparon rápidamente por las calles llenas de gente. Los camaradas del teniente muerto criticaron duramente al gobierno que había permitido que ocurriera aquello y pidieron medidas contra la Falange aunque realmente y según diversos historiadores, los autores del crimen habían sido miembros de la Asociación de Estudiantes Tradicionalistas. Entre los camaradas que pedían medidas estaba un capitán de la guardia civil, Fernando Condés, que había sido íntimo amigo de Castillo. Salió en un coche oficial sin una idea clara de a donde dirigirse, acompañado de varios guardias de asalto. Alguien sugirió que fueran a casa del diputado monárquico José Calvo Sotelo. Hacia las tres de la mañana del lunes 13 de julio, el sereno abrió la puerta del edificio donde vivía Calvo Sotelo, que tuvo que levantarse de la cama y ser convencido de que se trasladara a la jefatura de policía, aunque su inmunidad parlamentaria lo eximía de ser detenido. Calvo Sotelo se tranquilizó cuando comprobó que el capitán Condés era guardia civil. El coche arrancó rápidamente y a unos doscientos metros de la casa, Luis Cuenca, un joven socialista gallego que iba sentado cerca del político, le disparó dos tiros en la nuca. El cadáver fue identificado al día siguiente. Poco después todos los ocupantes del coche fueron detenidos. La clase media española quedó estupefacta ante este asesinato del líder de la oposición parlamentaria realizado por miembros de la policía regular.
Entretanto Mola dio por fin una fecha definitiva para el alzamiento. Empezaría en Marruecos el 18 de julio a las cinco de la mañana. Las guarniciones de España seguirían el 19 de julio. Mola en el norte, Goded desde el nordeste y Franco desde el sur, realizarían una marcha sobre la capital. Sanjurjo acudiría en avión desde Portugal para asumir el mando en Burgos. Al día siguiente, 14 de julio, hubo dos entierros en el cementerio del Este de Madrid. En primer lugar, el del teniente Castillo, cuyo ataúd, envuelto en la bandera roja, fue saludado con el puño en alto por una multitud de socialistas, comunistas y guardias de asalto. Unas horas más tarde, el cuerpo de Calvo Sotelo, descendía a otra tumba rodeado por una enorme muchedumbre que saludaba con el brazo en alto.
El 16 de julio en Madrid, el día transcurrió con calma. En las Canarias, el capitán inglés del “Dragon Rapide” consiguió disimular ante las autoridades de Las Palmas el motivo por el cual había aterrizado en el aeropuerto sin documentación. La muerte accidental del general Balmes, gobernador militar de Las Palmas, dio una excusa a Franco para trasladarse a Las Palmas. En la noche del 16 al 17 de julio, el general subía a un barco que hacía el servicio entre las islas. Era la primera etapa de un viaje que le llevaría al supremo poder en España. Al amanecer del 19 de julio llegaría, a bordo del “Dragon Rapide” al Marruecos español.
El Alzamiento empezó en Melilla. La mañana del 17 de julio los oficiales de la guarnición comprometidos en la conspiración celebraron una reunión en el cuartel general. El coronel Seguí, jefe de la Falange y del alzamiento en el Marruecos oriental, comunicó a los compañeros la hora exacta, las cinco de la mañana siguiente. Sin embargo uno de los dirigentes locales de la Falange los traicionó. El teniente Zaro rodeó el edificio donde se encontraban los conspiradores, pero éstos llamaron a una unidad cercana de la Legión y ante su presencia se rindió. Los oficiales revolucionarios declararon el estado de guerra, ocuparon todos los edificios públicos de Melilla y cerraron la casa del pueblo y los centros izquierdistas deteniendo a los grupos republicanos o de izquierdas.
El Alzamiento en Melilla había comenzado antes de lo previsto pero pronto se extendió a Tetuán donde al caer la noche, la casa del alto comisario y el aeropuerto eran los únicos puntos que no habían caído en manos de los rebeldes. En Ceuta a las once de la noche, el general Juan Yagüe, con la segunda bandera de la Legión se apoderó de la ciudad más fácilmente, sin disparar un solo tiro. En Larache, la única ciudad importante que quedaba en el Marruecos español, en la costa atlántica, el alzamiento se produjo a las dos de la madrugada del 18 de julio. Al amanecer la ciudad estaba en manos de los rebeldes.
Entretanto, en Madrid, el jefe de gobierno Santiago Casares Quiroga intentaba primero aplastar la revuelta con medios constitucionales. Ordenó a varias unidades de la marina de guerra que abandonaran sus bases en Ferrol y Cartagena con rumbo a las costas de Marruecos. Los dirigentes de izquierdas sin embargo se enfurecieron debido a la lentitud de Casares en informarles de que había estallado un levantamiento y pensaron que el Gobierno debía entregar a los sindicatos cuantas armas tuviera en su poder. Las calles y cafés de Madrid se llenaron de gentes inquietas porque su carencia de armas les impedía tomar precauciones para defenderse. En casi todas las ciudades, el 18 de julio, los gobernadores civiles siguieron el ejemplo de Madrid y se negaron a cooperar con las organizaciones obreras que clamaban pidiendo armas.
El 18 de julio los primeros alzamientos tuvieron lugar en Andalucía. En Sevilla, el general Queipo de Llano llevó a cabo un espectacular golpe de mano. Queipo no tenía ninguna relación con la ciudad antes del levantamiento. Acompañado solo por su ayudante y tres oficiales se instaló en el cuartel general. Luego se dirigió a los cuarteles de infantería y al llegar allí se quedó sorprendido al ver pasar a las tropas formadas en el patio y provistas de armas. Tras arrestar al coronel del regimiento, Queipo descubrió que solo había conseguido 130 hombres, pero sin embargo aparecieron quince falangistas y veinticinco carlistas que se pusieron a sus órdenes. Eran una fuerza muy pequeña para apoderarse de una ciudad de más de 250.000 personas pero afortunadamente el comandante del cuartel de artillería y sus oficiales acordaron apoyar el levantamiento. Entonces la guardia civil se sumó también a la sublevación. A última hora de la mañana el centro de la ciudad estaba en manos de Queipo. Las organizaciones obreras se habían dado cuenta de lo que se preparaba y desde Radio Sevilla se hizo un llamamiento a la huelga general pero Queipo se apoderó de la emisora de radio y a las ocho de la tarde transmitió la primera de su famosa serie de charlas. Por la noche, Sevilla seguía dividida en dos. El 19 de julio Queipo afianzó su posición mientras los suburbios seguían en manos de los obreros. Un día después la ocupación del aeropuerto permitió la llegada de refuerzos para los rebeldes.
También el 18 de julio el general Varela y el general López Pinto se sublevaron en Cádiz. La llegada de unidades de moros del ejército de África decidió el triunfo de los rebeldes. En Córdoba, el gobernador militar, coronel Ciriaco Cascajo, consiguió con la artillería la rendición de su colega civil. La rebelión triunfó sin lucha en Algeciras y Jerez. En Granada el enfrentamiento quedó en tablas. En Jaén, donde no había guarnición, los falangistas y los requetés locales esperaban la señal, pero no ocurrió nada, porque el coronel al mando de la guardia civil se mantuvo leal a la República. Huelva aunque aislada del resto de la España republicana por el alzamiento de Sevilla, se mantuvo en manos del Frente Popular. En Málaga el general Patxot vaciló y finalmente renunció a su intento de declarar el estado de guerra cuando le amenazaron por teléfono con un bombardeo de la escuadra. En Granada el equilibrio persistió entre ambos bandos pero a medianoche los milicianos todavía seguían sin armar. La indecisión terminó el 20 de julio. Cuando los coroneles Muñoz y León lanzaron las tropas de la guarnición a la calle. Las multitudes, que estaban desarmadas, se dispersaron al llegar los militares ante el ayuntamiento. El gobierno de Madrid se fue enterando de sus “victorias” y “derrotas” por teléfono, como en la máxima batalla del 19 de julio que se libró en Barcelona.
Casares continuó actuando como si conservara el dominio del país y como si no hubiera que tomar medidas de emergencia. Aún así la UGT había conseguido ya 8.000 fusiles y estaban dispuestos a actuar en las calles como policía política, aunque no eran suficientes para resistir a las guarniciones de Madrid y los falangistas.
El general en jefe de la 4ª División con base en Barcelona, Llano de la Encomienda, había advertido a sus oficiales el 18 de julio que si las circunstancias le obligaran a elegir entre fascismo y comunismo elegiría este último. Entre los que oyeron estas palabras estaban los dirigentes del alzamiento planeado para el día siguiente, incluido el general Fernández Burriel que había de tomar el mando hasta que llegara Goded de Mallorca. Su plan era que 5.000 soldados convergieran en la plaza de Cataluña desde distintos puntos de la ciudad. Suponían que después de esto sería fácil dominar Barcelona. Pero los conspiradores no habían tenido debidamente en cuenta la falta de entusiasmo por la revuelta que sentían la guardia civil y los guardias de asalto los cuales habían sido convencidos por el comisario de orden público, Federico Escofet, de que se unieran a la República, además de la capacidad de combate de los obreros anarquistas.
El día 19 los soldados fueron despertados muy temprano y iniciaron el plan de Fernández Burriel, sin embargo las columnas alzadas no llegaron a encontrarse en el sitio convenido ya que Escofet había previsto aquel tipo de táctica y les enfrentó con las fuerzas de policía que había ganado el día anterior, entablándose una auténtica batalla en el cruce de Diagonal-Paseo de Gracia. Además algunos sargentos habían permitido entrar a los anarquistas en los arsenales, por lo que éstos también se unieron a las fuerzas que combatían contra los sublevados. Goded llegó de Mallorca en un hidroavión a última hora de la mañana, después de haber dominado la isla sin disparar un solo tiro, pero no consiguió convencer a la guardia civil para que se rebelara. El general Aranguren, jefe de la guardia civil, continuó afirmando que él sólo obedecería las órdenes de la Generalitat. La lucha continuó durante todo el día. Al atardecer, el viejo edificio de Capitanía General en el que Goded había instalado su cuartel general fue tomado al asalto. Goded fue capturado y se le hizo radiar un llamamiento a sus seguidores en el que, en un tono digno, les pedía que depusieran las armas. Goded habló así para impedir que sus seguidores de Mallorca enviaran la ayuda que antes les había pedido. La voz del general se oyó en toda España y dio ánimos a los republicanos. Al atardecer del 20 de julio la ciudad estaba plenamente dominada, gracias sobre todo, a los anarquistas. El presidente de la Generalitat Lluís Companys recibió la visita de sus dirigentes, al frente de los cuales iban Juan García Oliver, Abad de Santillana y Buenaventura Durruti. Companys se encontraba en una posición difícil ya que los anarquistas estaban ahora en condiciones de poder establecer el “comunismo libertario” pero al mismo tiempo habían establecido una estrecha colaboración con el gobierno catalán al que habían salvado del desastre. Probablemente Companys pensó en aprovecharse de la ayuda anarquista para poder obtener la separación de Cataluña de España. Unos meses después habría de arrepentirse de esto.
En el resto de España, el 19 de julio había sido un día tumultuoso. Quedaban muchos conflictos por resolver. En Oviedo la ciudad se consideraba perdida para el alzamiento pero el coronel Antonio Aranda, jefe de la guarnición, insistió en que la situación no era tan grave como para requerir que se armara a los trabajadores. González Peña y Belarmino Tomás, los líderes de la revolución de 1934, se dejaron convencer por Aranda por lo tanto, dando por seguro que Oviedo, estaba asegurada, e hicieron salir 4.000 mineros en tren hacia Madrid y entonces a las cinco de la tarde Aranda declaró que estaba con los rebeldes. Pero el resto de Asturias le era hostil y el 20 de julio se encontraría cercado por una nueva fuerza de mineros. En la costa, Santander se mantuvo republicana sin lucha. De las provincias vascas, la situada más al sur, Álava, fue capturada sin dificultad por los rebeldes pero el gobierno conservó Vizcaya y Guipúzcoa con la misma facilidad. En Bilbao no hubo alzamiento ya que los socialistas consiguieron mantener el control. En San Sebastián los nacionales vacilaban y a mediodía la ciudad estaba con la República. Las principales victorias de los rebeldes el 19 de julio tuvieron lugar en el centro y norte del país. En Burgos el alzamiento triunfó sin ninguna dificultad y sin que apenas se disparara un solo tiro. En Zaragoza, las tropas salieron a la calle al amanecer y tenían dominados los puntos principales de la ciudad, antes de que los sindicatos pudieran organizar ninguna resistencia. En el resto de Aragón, Huesca y Jaca fueron dominadas con la misma facilidad. En Teruel un coronel declaró el estado de guerra ante solo siete soldados, al unírsele la guardia civil y la de asalto pudo conseguir la capital para los rebeldes. En Navarra nunca existió la menor duda respecto a la victoria nacionalista. Mola declaró el estado de guerra en Pamplona con el apoyo de 6.000 requetés carlistas. Sólo tenía 1.200 fusiles del arsenal de Pamplona pero pronto le enviaron otros 10.000 de Zaragoza. En Valladolid el general Andrés Saliquet se sublevó y ganó la ciudad, aunque los obreros ferroviarios lucharon valerosamente todo el día, contra sus bien armados enemigos entre los que se contaban guardias civiles, de asalto, falangistas y paisanos. De las demás ciudades de Castilla la Vieja, Segovia, Ávila, Zamora, Palencia y Salamanca fueron conquistadas para los nacionales sin derramamiento de sangre, pero en León llegaron 2.000 mineros pidiendo armas a lo que accedió el gobernador militar, a condición de que abandonaran la ciudad. Después se sublevó cuando los mineros estaban ya muy lejos en dirección a Madrid. En Extremadura, Cáceres y su provincia fueron gracias a la lealtad de la guarnición, se mantuvo el éxito rebelde. Todas las provincias gallegas cayeron rápidamente a favor de los alzados.
El presidente de las Cortes, que formó un nuevo gobierno para intentar negociar con los rebeldes. Pero las conversaciones por teléfono con Mola desde Pamplona no fructificaron.
El profesor José Giral, ministro de Marina, fue elegido jefe de gobierno. Giral insistió en que la única solución era entregar armas a los sindicatos.
En Valencia los trabajadores dirigidos por los obreros portuarios anarquistas, se estaban agrupando en las calles. Esta incertidumbre se reflejó a lo largo de la costa en Alicante, Almería y Gandía aunque más al sur no quedó la menor duda sobre el éxito del Frente Popular. El 20 de julio la balanza se inclinó firmemente del lado de la República. En las Baleares mientras Mallorca quedó asegurada para los rebeldes como ya se ha dicho, los sargentos y soldados de la guarnición de Menorca impidieron que triunfara el alzamiento. En Ibiza y las demás islas pequeñas triunfó el alzamiento.
En la base naval de Ferrol, el 20 de julio empezó la lucha entre marineros que se habían adueñado de los barcos de guerra y los rebeldes victoriosos en tierra. La vacilación y la división de opiniones produjeron la rendición de los primeros entre los que se inició una cruenta represión.
En Madrid el gobierno se encontraba el 18 de julio reunido en sesión permanente. Al atardecer Radio Madrid anunciaba que el alzamiento había sido aplastado, incluso en Sevilla. Este era el primer reconocimiento oficial de que algo no marchaba en la península. En la calle como ya se ha dicho la UGT controlaba la situación pero estaba insuficientemente armada. Sin embargo el jefe del parque de artillería, simpatizante socialista, les entregó alrededor de 5.000 fusiles más. Para el gobierno los medios constitucionales de oposición al alzamiento resultaron un fracaso. El 18 de julio por la noche era inevitable el dar la orden a los sindicatos de que se armaran. Casares Quiroga veía claramente las terribles perspectivas que se presentaban y el 19 de julio, a la salida del sol, camiones cargados de fusiles recorrieron rápidamente las calles de Madrid, dirigiéndose desde el ministerio de Guerra hacia los centros de la UGT y la CNT. Pero pronto se planteó un problema ya que se entregaron 65.000 fusiles de los cuales sólo 5.000 tenían cerrojo. Los 60.000 cerrojos restantes estaban en el Cuartel de la Montaña y cuando el ministro de Guerra ordenó al coronel al mando en el cuartel que se los entregara, éste al negarse, inició el alzamiento en Madrid. El general Fanjul, que había llegado al Cuartel de la Montaña la tarde anterior tenía previsto movilizar al ejército pero la visita inesperada de los sindicatos impidió salir a los rebeldes. Se inició un asedio del cuartel. El 20 de julio la fortaleza fue bombardeada durante cinco horas. En el interior, Fanjul, aunque confiado, con 2.000 soldados y unos 500 monárquicos y falangistas, no tenía ningún medio para comunicarse con las demás guarniciones de Madrid. Ya era imposible que llegara ningún refuerzo por lo tanto fue un error fatal retirarse al Cuartel de la Montaña. Pronto la artillería y la aviación republicana despegada desde el aeropuerto de Getafe empezó a minar la moral de los sitiados.. Finalmente, poco antes del mediodía, la gran puerta del cuartel cedió ante los repetidos asaltos. La multitud penetró violentamente en el patio donde, en unos momentos, todo fue histeria y una gran carnicería. Murieron varios centenares de los defensores y los que se salvaron fueron amontonados en la Cárcel Modelo. El general Fanjul pudo ser sacado de allí para ser juzgado por rebelión. En cuanto a las demás guarniciones de Madrid, los oficiales del cuartel de ingenieros de El Pardo se dirigieron hacía el norte, en dirección a Segovia, diciendo a los hombres que iban a combatir contra el general Mola. Cuando se sintieron seguros se declararon rebeldes y apresaron a todos sus hombres. Entre los soldados engañados se encontraba el hijo de Largo Caballero que pasó en la cárcel el resto de la guerra. Sin embargo ya quedaba claro que Madrid había sido ganado para la República.
También ese 20 de julio ocurrió otro acontecimiento importante. Este no fue otro que la muerte del general Sanjurjo, conspirador de 1932, por culpa del accidente de la avioneta que había de llevarle de Lisboa a Burgos para tomar el cargo de jefe del nuevo estado español. Esta muerte dejó sin cabeza al alzamiento y representó más que nada un golpe para los carlistas. Las personas más destacadas del bando nacionalista pasaron a ser Franco, Queipo de Llano y Mola.
El 21 de julio se podría haber trazado una línea aproximada que dividía las zonas por donde había triunfado el alzamiento de aquéllas donde había fracasado. La división del país favorecía abrumadoramente al gobierno como indicaría Indalecio Prieto en su difundido discurso de primeros de agosto. Más de la mitad del ejército, casi toda la escuadra, los dos tercios de las fuerzas aéreas, todas las regiones industriales sin excepción, los tres cuartos de la población, las regiones de agricultura intensiva y todos los recursos financieros estaban en manos de la República. Los rebeldes contaban con el mejor cuerpo de ejército de España, los 40.000 hombres del ejército de África

martes, 15 de julio de 2014

El cine ¿español?

Dicen que el cine es cultura. Lo repiten cada tres minutos. Todos los días. MENTIRA.MENTIRA Y MIL VECES MENTIRA. Pero encima hay tontos que se lo creen, y hasta firman papelajos en defensa de la cultura.

Lo repiten con un fin claro y definido: mantener sus privilegios y seguir trincando el dinero de todos. La telaraña que han tejido es difícilmente desmontable. Si el cine es cultura y la cultura es necesaria para vivir más incluso que el comer, si no me ayudas (me das dinero) estás atacando a la cultura. ¿Y la cultura no es lo más importante acaso?

 

Pues lo siento pero no. El cine no es cultura, el cine es un negocio que busca entretener. Sin más. Un NEGOCIO como el fútbol o un restaurante. Pero se han subido al burro de cultura-cine para seguir reclamando la jugosa subvención con la que seguir viviendo a todo trapo estos caraduras que se autoproclaman en no pocos casos rojos y defensores de los trabajadores. Como siempre las minorías de izquierdas autoproclamándose portavoces de todo el pueblo español, así en general. Nada nuevo bajo el sol. Ellos a lo suyo.

 

Recientemente han montado en cólera por el IVA cultura. Dicen que han hundido la asistencia a las salas de cine y al mundo de la cultura en general como galerías de arte o exposiciones. Seguramente que haya seis millones de parados da igual, que haya productos de necesidad básica por las nubes no tenga nada que ver con que la gente no vaya al cine….Seguro que no. Seguro que nada tiene que ver que la gasolina tenga un precio prohibitivo. Seguramente no tenga nada que ver que comprarte un bol de palomitas y una coca cola que sajen 12 euros. Y seguramente no tenga nada que ver la basura de cine que se hace. Pero ellos siguen en la burra. La cara que tienen me da asco como pocas cosas en la vida, hasta qué punto se ríen en nuestra cara usando nuestro nombre para más inri. Habla por ti mequetrefe, pero no por mí.

Posiblemente claro que tenga que ver la subida del IVA en la afluencia a las salas de cine. Claro que es otra canallada de Montoro, pero no es menos cierto que si tanto se repite hoy eso de “arrimar el hombro” empieza por arrimarlo tú, actor o actriz, que ganas en una película lo que yo en diez años trabajando. Ahí demuestran su catadura moral.

 

Ellos reclaman, exigen más bien que su negocio debe ser subvencionado por todos los españoles mediante nuestros impuestos, cuando yo, ciudadano español, reclamo que paguen los mismos impuestos que pago yo, que estoy parado y no tengo ningún ingreso porque no cobro paro, por ejemplo por echar gasolina al coche, donde más de la mitad de lo que pago en combustible me lo roban (pues es un robo)  ya que se va en impuestos.  La diferencia es que no tengo más narices que echarle gasolina, pues el transporte es una necesidad básica y un derecho CONSTITUCIONAL, aunque en este país de sinvergüenzas tener un coche es considerado un artículo de lujo. ¿Tanto es pedir que paguen los mismos impuestos que pagamos los demás?

 

En la última gala de premios Goya hemos podido ver el linchamiento contra una persona: el ministro del todo a medias José Ignacio Wert.

A este tipo le odian casi más que al mismísimo Franco. Con gracietas sin ninguna gracia y ataques continuos contra los de siempre, pasan una tarde noche repartiéndose unos premios que ellos organizan y ellos se los reparten. Se aplauden a sí mismos, que autoproclaman representantes del pueblo español y defensores de las causas justas, y se apoyan y consuelan mutuamente diciéndose que porqué demonios nadie les entiende. Esos son los premios Goya. Una fiesta de rojos con el cine como excusa.

 

Como decía, en esta última edición, pagada por todos por supuesto, le han repartido desde todos los frentes al ministro Wert toda la banda de comunistas que viven como marqueses a costa del dinero de todos. Es repugnante. Lo mismo de siempre por los mismos jetas de siempre, la tal Eva Hache, que tiene menos gracia que yo imitando al chiquito de la calzada, además de lo tremendamente fea que es la tipeja. El Corbacho, el Bardem y la Bardem, el otro y el de la moto. No quiero ni acordarme de sus nombres, pero si buscamos en Google plataforma de apoyo a Zapatero (PAZ) salen todos los nombres.

 

Mención aparte, y es que nunca se me olvidará, merece la gala del año pasado, del año 2013 con Maribel Verdú en el papel de defensora de las causas justas. Simplemente mostró sin ningún reparo la enorme hipocresía de este colectivo egoísta, insolidario y repelente hasta decir basta que encima presume de todo lo contrario.

Vamos por partes con este asunto porque hay mucha tela que cortar.

Maribel, tan mona ella como es, eternamente joven, se presentó a recoger el premio que la dieron con un vestido de la marca Dior que prefiero no saber cuánto vale, pero seguro que con el dinero que tengo en el banco para subsistir no me da para comprarlo. Ole la roja, que humildad.

Dijo dedicar el premio “a toda esa gente de este país (como iba a pronunciar la palabra España) que han perdido sus casas, sus ilusiones, sus esperanzas, su futuro e incluso sus vidas por culpa de un sistema quebrado, injusto, obsoleto, que permite robar a los pobres para dárselo a los ricos”.

Esto dijo. Sí, como lo leen. Ovación cerrada del colectivo.

 

Ahora viene destapar la hipocresía de esta tía farsante y cara dura.

Lo del vestido ya lo he contado. Christian Dior. Nada de Zara o Primark. Eso es predicar con el ejemplo. Lo otro es de pobres.

Hacia el 2010 Maribel Verdú fue la imagen de una empresa para conceder créditos hipotecarios. La actriz, en el anuncio televisivo promocionaba la gestión de UCI, dedicada al servicio de las agencias inmobiliarias, donde decía literalmente “el mercado cambia, se mueve”, y acaba diciendo que el piso que sale en el anuncio se lo iba a comprar. No busquen el vídeo en youtube…no está. Esto la anticapitalista, la defensora de los pobres y la enemiga de los deshaucios. ¿Cuánto dinero cobraste por hacer ese anuncio Maribel? ¿No sabes que ese dinero que te llevas es de lo que sajan estas empresas a la gente al devolver el dinero que piden en no pocos casos gente desesperada? ¿No sabes los intereses hipotecarios que ponen estas empresas? ¿Sabes lo que te hacen si no pagas? Tu solo sabes hacer el anuncio y coger el dinero. Eso si.

Una vendedora de hipotecas clamando contra los desahucios. ¿Cabe ser más hipócrita? Ni un negro racista podría ser más imbécil.

La cosa no acaba ahí. También fue la imagen de la campaña de rebajas del Corte Inglés. Sistema injusto, caduco, que roba a los pobres….bla bla bla, pero yo me quedo con una buena parte de él y hago el anuncio y soy imagen de los mayores grandes almacenes de España, símbolo del capitalismo y el consumismo. Vamos, que hipocresía. El Corte Inglés que ha inventado el día del padre, de la madre, de san Valentín, que empieza las Navidades en noviembre. Y la tipa esta anticapitalista siendo imagen de esta empresa. Que cara más dura tienes, guapa.

 

Maribel Verdú es RICA. Su marido también es rico, tiene teatros y ohhh….fíjate por donde, la defensora de todo lo público, de la educación PÚBLICA, de la justicia PÚBLICA, de la sanidad PÚBLICA, que hará treinta años que no se sube a un autobús o al metro y que no va al ambulatorio de barrio donde vamos los demás, resulta que es la mujer de un accionista de una clínica privada. ¿Saben dónde? En donde no se manifiestan nunca las mareas blancas. En el paraíso venezolano español. Sí, en Andalucía. Allí su marido tienes las clínicas de las que es accionista. Anda que eres tonta Maribel y te has ido a juntar con un chavalito de barrio reponedor del Mercadona. Qué lista eres. Consejos vendo que para mí no tengo.

Maribel Verdú, porque esta vez fue ella pero podría haber sido cualquiera de los soplagaitas que dicen ser actores, casualmente no mencionó al inefable zapatero al que ella apoyó públicamente. No se mencionó por ejemplo a las víctimas del terrorismo o a los soldados que se juegan la vida en GUERRAS. De autocrítica al sector ni hablamos. Ellos son Dioses del Olimpo.

Hablan de robar a los pobres. Ella sabrá algo de eso, pues con MI dinero se pagan las galas a las que ella va de punta en blanco, se pagan las comilonas que se meten después y  donde se profieren insultos contra personas como yo, y sobre todo Maribel, listilla, ROBAR es pagar entre todos vuestros bodrios infumables que decís que es cine y que nadie ve porque a nadie le importan vuestro cursilerías y bodrios, pero no importa porque ya me han dado la subvención.

Que hipocresía por favor. Que falta de moral y de dignidad, salir al estrado a decir esas cosas cuando tienes tanto de que callar. Me dan ganas de vomitar.

 

Cuando critico todo esto de Maribel Verdú, y donde digo Maribel Verdú quiero decir cualquier otro jeta de estos, quiero dejar una cosa muy clara. A mí me parece perfecto que su marido sea accionista de una clínica privada y que ella haga anuncios de lo que la de la gana, ya que cada uno se gana la vida como puede y si encima te pagan un dineral ojalá estuviera yo en su lugar. Lo que me parece intolerable es ir de roja, de socialista, de estar contra los desahucios y de defender a los más débiles cuando resulta que tú has sacado una buena tajada de este sistema que tanto criticas. Dímelo a mí que me están hundiendo la vida y con treinta años sigo en casa porque no tengo opción.

 

La otra estúpida de la noche es la tal Candela Peña que si me la encuentro por la calle no la conozco y eso que veo bastante cine, asique no se qué películas habrá hecho. Salió a recoger otro premio y no se quedó atrás.

En un tono lastimoso, actuando, rozando lo grotesco dedicó su discurso a los recortes en sanidad y en educación. Denunció que llevaba tres años sin trabajar (más años llevamos algunos en la miseria y seguro que peor que tu), pidió trabajo para criar a su hijo (sic) y denunció que al parecer su padre había muerto en un hospital público en Cataluña sin mantas ni agua.

Muchos de ustedes dirán inmediatamente: que mejor oportunidad de destapar al nacionalismo. Pero oye, ni mus.

Qué gran oportunidad de haber denunciado que el gobierno separatista de Cataluña se gasta el dinero en fomentar el independentismo en todos sus niveles mientras cierra quirófanos, hospitales, centros de salud, comedores o no paga a las farmacias. De verdad, Candelita Peña y demás, que asco dais y como os podéis creer el ombligo del mundo y como se os ve el plumero. Apenas ya si engañáis a nadie a estas alturas salvo a los cuatro tontos que todavía no se han enterado de qué va la vaina. Además te voy a decir más Candela Peña: no voy a discutir si tu padre murió o no en condiciones lamentables en Cataluña, pero por motivos que no te importan he pasado seis meses de enero a junio acudiendo a un hospital PÚBLICO a ver a un familiar hasta que desgraciadamente ha llegado su fallecimiento, en Madrid, y tanto el trato como los medios, la comida, TODO ha sido EXCELENTE. No tengo ni un reproche, y soy bastante pejigueras. Claro, aquí en Madrid no nos gastamos el dinero el doblar las películas a idiomas regionales.

 

Las galas son todos los años la misma basura infumable. Las mismas críticas hacia la derecha complejil del PP que tan bien y religiosamente les sigue pagando, aunque sea un poco menos para aparentar.

Jamás les oiremos criticar a la ETA, o a los nacionalismos que pretenden romper España, o a la corrupción sindical. O a la mafia comunista. Claro, si son ellos como van a criticarse a sí mismos, si a ellos les debemos nuestra felicidad.

 

Hace un par de años, en pleno zapaterismo, cuando todo estaba desbordado y en pleno apogeo socialista-comunista tuvimos que sufrir a CHUSMA como el tal Alberto San Juan diciendo en el estrado barbaridades grotescas como que “a ver si se disolvía ya esa cosa llamada Conferencia Episcopal”. De verdad, no tengo ni la más mínima duda viendo el odio que desprende esta gentuza, que ellos son los herederos de aquellos criminales matacuras de la Segunda República, y que llegado el caso volverían, ellos mismos con sus propias manos, a cometer las mismas atrocidades que perpetraron aquellos salvajes sin alma ni corazón. No tengo ninguna duda.

 

Tampoco puedo obviar un momento grotesco, que fue cuando el comunista Javier Bardem, anticapitalista, antiamericano, le dieron la estatuilla de oro de los premios Oscar en EEUU. La oportunidad de su vida de denunciar públicamente ante el mundo entero la hipocresía yankee, el imperialismo americano, el nido de las injusticias, del anticomunismo, del capitalismo salvaje. Pues bien, el Bardem se calló como una meretriz y se guardó su discursito para España. Menudo cobarde y menudo jeta, y sobre todo menudo impresentable. Eso si, como digo muy defensor de las causas justas, antiamericano, antisemita, pero su hijo nació en una de las mejores clínicas de EEUU de corte judío. En fin, como dijo Jesucristo, por sus obras les conoceréis.

 

Volviendo al cine español desde que llegó la democracia ha sido monotema en general, pero ya durante el zapaterismo fue algo HORRIBLE imposible de tragar y hasta delictivo. El argumento era monotema. Guerra civil, guerra civil y guerra civil…..Y con unos argumentos repugnantes, casi ridículos en algunos casos. Sectarios hasta límites inimaginables, con una falta de rigor histórico absoluto, contando una retahíla de mentiras que a cualquier historiador mínimamente riguroso le habrán provocado dolores de tripa y de pecho.

 

Subvencionado hasta límites delictivos, la subvención hasta triplicaba lo recaudado en las salas de cine. Eso se llama ROBAR. Con mayúsculas.

Auténticos bodrios infumables y sectarios que solo ver veinte minutos de la película haría estar vomitando durante media hora al estómago más resistente.

Películas insultantes donde se humilla y menosprecia continuamente a Dios, a la Iglesia y a España. Películas que han contribuido de forma notable a mitificar la Segunda República y el Frente Popular presentándolos como gente moderada, demócrata y luchadora por la libertad y los votos, arrasada por una banda de salvajes fascistas apoyados por los curas.

Películas que si han conseguido llegar a la mitad te preguntas….¿y esta basura es la que se está subvencionando con mis impuestos?

Películas con mucho interior, que si grabamos en exteriores se nos va el presupuesto y no me queda para irme este fin de semana a Miami.

La culpa es de la gente que no nos comprenden, dicen los rojos subvencionados. Claro, como es la gente de borrega que prefiere meterse a ver la última de Pixar o al Bruce Willis antes que ver a los falangistas fusilar a cuatro pobres republicanos que solo defendían el derecho a la democracia y la libertad. A otro perro con ese hueso.

 

Pero no todo es bazofia. Creo que el cine español cuando se ha propuesto hacer una buena película ha demostrado estar a la altura de los mejores. Hay grandísimas películas como Tesis, Los otros, Kramer contra Kramer, Los ojos de Julia, La vaquilla (tocando de una forma magistral el tema de la guerra civil lo cual demuestra como sí se puede hacer cine de la guerra sin insultar) y un largo etcétera que demuestra que cuando se quiere hacer cine sin más, sin contar un bodrio comunista sino hacer un thriller o contar una historia, se puede hacer cine de muchísima calidad, entretenido, ameno y agradable, que creo que es el fin último del cine: pasar un rato agradable. Algo tan obvio que es lo que la gente demanda parece ser que no se quieren dar cuenta.
En España hay y ha habido enormes actores que merecen todo mi respeto y agradecimiento como pueden ser Belén Rueda, Antonio Resines, Jesús Bonilla, los fallecidos Alfredo Landa y Jose Luis López Vázquez, Santiago Segura y una larga lista de actores que tendrán sus ideas pero siempre se han mantenido al margen de la política y se han dedicado a lo suyo, que es trabajar.

Si quieres hacer un bodrio infumable contra Franco, ya que vivimos en una democracia hazlo, pero hazlo con TU dinero, no con el de todos. Y que vaya a verlo el que quiera. O sea, nadie salvo los cuatro imbéciles resentidos de siempre.

Y lo que es del todo intolerable es echar a más de media España de las salas de cine a patadas y al grito de fascistas, seguir montando el numerito comunista una vez al año vestido de Dolce Gabbana y encima insultar a los que te están subvencionando el chiringuito a precio de oro. Por ahí no.

sábado, 12 de julio de 2014

El café del almirante

Hoy día, los que padecemos esta España que nos ha tocado vivir de podredumbre, como decía José Antonio, la hora de los enanos, vemos con nostalgia ciertos detalles o anécdotas de cosas que pasaban en España no hace tanto tiempo. Si José Antonio lo decía hace 80 años que no diría hoy si pudiera ver la colección de sinvergüenzas que hay por gobernantes. Antes eran gentuza, pero al menos sabían hablar y tenían ideas.

Ver las noticias cualquier día al levantarte supone ver el despilfarro institucional, el gasto descontrolado (también del PP si). Supone enterarte de que fulanito y benganito también tienes cuentas en Suiza (ya dices: vaya otro más). Que los Pujoles, los de Espanya ens roba, se llevaron no se cuantos millones de euros en maletas a Andorra. O que la Junta de Andalucía ha repartido no se cuantos miles de millones a la igualdad de género de África.Y suma y sigue.

En medio de tanto despropósito, tanto sinvergüenza y tanto mediocre que ni en sus mejores sueños pudo llegar a tanto como ha llegado en vida, hay una anécdota curiosa del Almirante Don Luis Carrero Blanco, vilmente asesinado por la banda terrorista ETA sabe Dios si con la ayuda de alguna ayudita extranjera.

 
La anécdota es la siguiente:

Es bien conocido que Luis Carrero Blanco era un hombre de costumbres austeras y hogareñas. Vamos, como hoy día nuestros políticos.

Todos los días seguía la misma rutina, lo que facilitó su asesinato. Lo cual frente a lo que hoy intentar colocarnos como “la enorme vulnerabilidad del régimen” no era más que la sencillez de aquel hombre y el clima de seguridad nacional que se vivía, donde nadie temía que te fuera a atracar por la calle o al levantarte por la mañana para ir al trabajo te hubiesen robado el coche.

Pues bien, el almirante tenía la costumbre como tantas personas de tomarse un café por la mañana. Ese café se lo subía un camarero de un bar cercano a la sede de la Presidencia. El camarero, no es broma, pasaba con el café en una bandeja las escasas medidas de seguridad (casi como hoy, que no puedes acercarte a 300 metros a los palacios donde viven). El camarero pasaba al despacho del mismísimo presidente y le dejaba el café sobre la mesa. Carrero Blanco sacaba en ese momento su cartera y abonaba el café, posiblemente un duro 5 pesetas para los que ya no se acuerden de las pesetas, dejando una propinilla escasa al camarero, casi se podría decir que tacaña para un hombre de su posición.

El historiador Ricardo de la Cierva cuenta el caso como ejemplo de las escasas medidas de seguridad, quizás algo ingenuas, que rodeaban a nada menos que el número dos del Régimen.

Pero de este hecho también se puede hacer otra interpretación, y es la comparación de aquel señor, presidente del gobierno, que pagaba con su dinero de su cartera como cualquier ciudadano el café, dejando una propinilla, a los tiempos de hoy de Visa Oro a cargo del contribuyente, copiosos y lujosas comilonas oficiales, cochazos de lujo, movilización de helicópteros y numerosas medidas de seguridad.

 
Creo que la anécdota es cuanto menos edificante. Y si así se comportaba para pagar el café es fácil imagínense cómo sería su forma de gobernar, de administrar el dinero público. Vamos, casi casi casi…..como hoy.

 

jueves, 10 de julio de 2014

Como cada año el atraco de la gasolina

Otro año más llegan las vacaciones (para los que aun puedan permitirse el lujo de irse).

Muchos marchan como antaño al pueblo, como se dice de andar por casa, “pa no gastar”. Los más pudientes se podrán permitir el lujo de irse a un hotel o incluso cogerse un avión. Yo desde luego no. Yo “pal pueblo pa no gastar”. Que de momento coger la bici y hacerte una ruta por la montaña es gratis. Quién sabe si algún asesor de Moncloa de esos que ganan ocho mil euros al mes le da la idea a Montoro de cobrar por ello. Imagínense: alto el guardia forestal o la guardia civil. ¿Lleva usted licencia para andar con la bici por estos montes? Multa y la bici confiscada. Pero oiga, señor agente, hay una oleada de robos en casas del pueblo, ¿no deberían preocuparse de ello? Lo sentimos es la ley y hacemos lo que nos mandan, aunque si quiere podemos bajarle al pueblo en el coche.

 

Sea como fuere, a Nueva York en avión, a Alpedrete o a Sagrillas del Río en el coche de 15 años uno necesita el coche para irse, y como siempre por estas fechas llega el atraco de la gasolina.

Como TODOS los años, impunemente, con el visto bueno del gobierno de turno, con el OK de la no se que rollos de la vigilancia de los precios y la competencia. Casualmente las tres o cuatro empresas que se reparten el pastel, al igual que pasa con la telefonía móvil, pactan los precios y los suben a su antojo, como digo sin que nadie haga nada. Y los ciudadanos de a pie a pagar, estes en el paro, tengas trabajo o cobres diez mil euros a final de mes evadiendo impuestos.

Alguna vez…..les ponen una multita que para los mortales con sueldos tercermundistas que no podríamos pagarla ni viviendo 30 veces no somos capaces ni de imaginar cuanto dinero es, pero que para ellos es calderilla, y que no pare la fiesta oye. Lo que llevan en el bolsillo.

Es alucinante la tomadura de pelo que supone que cada vez que llegan las vacaciones, ya sean de verano, de Navidad, de Semana Santa o un puente, ¡zasca! El palo de la gasolina, no falla.

Es alucinante ver como estos gánsteres que son los que realmente manejan a los gobiernos junto a otros lobbys como el financiero, como se apresuran ipso facto a subir los precios de la gasolina en cuanto sube el precio del barril de crudo, y lo que tardan en bajarlos cuando este baja. Y además de cobrartela a precio de oro en algunos sitios te meten gasolina adulterada, mezclada con agua o de muy baja calidad que acaba destrozándote el motor. Pues cabe destacar que el dueño de la gasolinera no es el que se forra con este negocio.

 

Del tema de la gasolina hay otro asunto espinoso que me irrita especialmente, y es como nos mienten la banda de ladrones y de sinvergüenzas que nos desgobiernan. Nos repiten continuamente en periódicos y televisiones que el precio de la gasolina en España es más barato que en el resto de la Unión Europea. Esto es una verdad a medias, por lo que se puede considerar una mentira más.

 
Digo que es verdad a medias, porque “técnicamente” es más barato echar gasolina en España que en Alemania. Lo de técnicamente lo he puesto entre paréntesis porque yo hace dos años estuve en Austria y en Alemania y la gasolina estaba al mismo precio que en España sino en Austria algo más barata incluso que por ejemplo en la gasolinera del Carrefour de al lado de mi casa, y vivo en Madrid, que la gasolina es más barata que en otras regiones de España.

Bien, a día de hoy, 10 de Julio de 2014 acabo de buscar los datos concretos para hablar con conocimiento de causa:

En Madrid, donde repito que la gasolina está más barata que otras regiones, la más barata (diesel) que he encontrado es a 1.219 (low cost) a la más cara 1.363. El precio medio normal de la gasolina diesel, o sea, si paras al azar en cualquier sitio, será de aproximadamente 1.330-1.340 más o menos. Buscando en internet he encontrado que el precio de la gasolina en Alemania es de 1.378.

Asique como digo, “técnicamente” es cierto que la gasolina es más barata en España que en Alemania, pero ahora vamos a desmontar la trampa con la que nos engañan.

Yo gano al día diez pesetas y el pan me vale una peseta. Y otra persona gana al día 30 pesetas y el pan le vale dos pesetas. Es cierto, a él el pan le vale el doble que a mi, pero es que él gana el triple que yo. Por lo tanto “técnicamente” su pan es más caro que el mío, pero a la hora de la verdad lo cierto es que por el rasero que hay que mirar las cosas mi pan es muchísimo caro que el suyo.

Con la estafa de la gasolina, que es la gallina de los huevos de oro de muchos, pasa exactamente lo mismo. A ellos, alemanes, austriacos, noruegos les valdrá echar gasolina 2, 3 o 4 o 6 euros más que a nosotros, con la pequeña diferencia, mínima salvedad, que es que donde nosotros ganamos 800 euros, mil euros, mil y poco, ellos ganan dos mil euros sino más.

La estafa, el timo del tocomocho radica en la vara de medir, que es el precio, cuando lo justo y real es medir y comparar el nivel de vida, los salarios, con el precio que valen las cosas.

 
Así queda demostrado que en España la gasolina es muchísimo más cara que en el resto de Europa.

 

Ya hablando más en general es sorprendente como algo básico y necesario en diez años ha podido duplicar casi su precio, cuando los sueldos siguen iguales en el mejor de los casos, sino han bajado, en algunos casos de forma brutal.

Es acojonante como en plena crisis, cuando prácticamente todo ha bajado de precio o se ha congelado el precio de la gasolina no ha dejado de subir, estando hace un año medio- dos años a unos precios altísimos.

Me acuerdo cuando hace diez años me saqué el carné de conducir y el gasoil costaba ochenta céntimos el litro. Qué tiempos en los que no tenía que desviarme 5 o 10 kilómetros para echar gasolina por ahorrarme tres euros. Donde paraba allí la echaba. Ahora tengo que estar mirando una aplicación del móvil (muy útil por cierto) para ver en que gasolinera está más barata para ahorrarme tres o cuatro euros, y por supuesto echarla cuando pase por allí, para aprovechar el viaje. A esto hemos llegado con la maravillosa democracia de derechos y libertades que supuestamente vivimos.

Es sorprendente como antes un gasto que era despreciable, como hoy día puede ser por decir algo comprar el pan o comprarte ropa normalita, no de marca, hoy es algo prohibitivo.

Como antes podías cogerte el coche y marcharte un fin de semana a la playa o al pueblo sin pensar en el dinero que te valía el desplazamiento y ahora para echar las cuentas de lo que te va a salir la broma lo primero que pones en la cuenta es el dinero de la gasolina.

De hecho yo personalmente donde antes cogía el coche y me iba un día al Escorial a pasar el día, a la sierra, A Toledo o a Segovia o simplemente al Corte Inglés o al Media Markt a ver una cosilla (por enredar) hoy ya prefiero dejar el coche en el garaje y quedarme en casa, cuya primera razón es por el gasto de la gasolina, pues poquito a poquito se hace un muchito, y segundo por miedo a que se me rompa el coche y poco menos tenga que vender un riñón para arreglarlo, sino quedarme sin él, cosa que sería una catástrofe pues lo necesito.

 

Es todo tan sumamente repugnante, tan asqueroso, tan de juzgado de guardia que dan ganas de coger la maleta, si es que aun te queda maleta, y largarte a una república banarera, comprarte una motillo de segunda mano y vivir de un huertecillo y de vender baratijas artesanales.

Pero como no puedes dejarlo todo, tirar toda tu vida por la borda, te tienes que joder, quedarte aquí sufriendo a Montoro, a Rajoy, a la Pastor, al Soria, al Zapatero saliendo eventualmente de su guarida a seguir diciendo paridas, al Madina, al Cayo Lara, al Garzón, al Artur Mas, Urukullu, Pablo Iglesias y toda esta colección de GENTUZA mientras ves como a la par que te hunden la vida destrozan tu país, cada cual a su manera.

Y mientras tanto a seguir sufriendo periódicamente el atraco de la gasolina. ¿Por qué? Pues porque no tenemos otra opción.