viernes, 3 de abril de 2020

Una pandemia que nos devuelve a la realidad




Y de repente, cuando creíamos tenerlo todo controlado, cuando nada ni nadie podía tosernos, atontados en maldades, en naderías, en debates absurdos de si el cielo es azul o si la tierra es plana, creyéndonos que las desgracias de todos los siglos anteriores no iban con nosotros, aparece un bicho diminuto contra el que no valen fusiles ni misiles de última tecnología y nos devuelve a la realidad. La realidad de todos los siglos anteriores, la realidad de la vida, de esta vida, de este mundo en el que nos ha tocado vivir, por mucho que con un click te puedas comunicar al instante con tu hermano que está estudiando en Australia.




Lo he dicho, y escrito está, que somos una generación de prepotentes, de chuletas. La generación más preparada de la historia, nos autodenominamos. Generación más preparada de la historia que cree que el comunismo y el socialismo, 100 millones de muertos y subiendo, es algo progre, algo guay, algo moderno, algo respetuoso con lo ajeno, respetuoso hasta que vienen a quitarte lo tuyo. Generación más preparada de la historia y basta ver a mucha gente descerebrada tomándose a broma lo que está pasando, muy ocupada en competir sobre quien hace el vídeo más tonto y a cuantos móviles llega. Generación más preparada de la historia, tan egoísta que hasta hace una semana decían (universitarios) que a ellos el coronavirus les daba igual si solo mataba a los viejos, como si nuestros mayores mereciesen morir ya de una vez, como si el que dice eso no fuese o no tuviese idea de llegar algún día a viejo. Quizás realmente sus planes sea drogarse y vivir al 115% para no llegar a la vejez. Ahora que soy joven que se muera el viejo. Ahora que soy joven aborto libre y gratuito. Claro, cuando eras un feto que te hubiesen abortado a ti, cuando seas viejo que te mueras tú. Es imposible ser más ruin y más egoísta.





Vivimos en una falsa seguridad, pero seguridad al fin y al cabo.
¿Voy atontado mirando el móvil y no me he dado cuenta que el semáforo esta en rojo para mi? No pasa nada, el conductor frena.
¿Voy haciendo el cabra con un monopatín y me parto una pierna? Viene una ambulancia, me atienden y me curan y además tengo seguros sociales.
¿Viene una riada? Nada, yo soy más chulo que nadie y cojo el coche que se que no pasa nada. Y si pasa algo ya vendrá alguien a arriesgar su vida para salvar la mía. Además, ¡qué cojones! es mi derecho, para eso pago impuestos y además es el trabajo y la obligación de esa gente el venir a salvarme, para eso esta el Estado.
¿Qué cae una nevada que hace 15 años no se veía? Me marcho a un pueblo que esta a 40 kilómetros que he quedado con una chavalita. Y si me quedo atrapado en la autopista, pues ya vendrá quien tenga que venir, aquí no me van a dejar esta claro.
¿Qué estamos en medio de un temporal? Me subo con mis amigos a lo alto de la sierra a sacar una foto con el móvil para subirla al twitter, y además como no me voy a bajar del coche y el coche del Antoñito calienta que te cagas me subo en manga corta. Y si pasa algo ya vendrá la Guardia Civil en un helicóptero a salvarme. ¿No van a dejar que me muera no? Porque yo, yo yo, yo, mi vida, es lo más importante. La vida de los miembros del equipo de rescate no vale tanto como la mía, además ellos son superhombres especialmente entrenados para las situaciones más adversas.




Y así todo…Una generación de subnormales, de retrasados mentales, de inconscientes, de garrulos y paletos, analfabetos funcionales, engañados y manipulados que viven en una falsa sensación de seguridad, porque siempre hay alguien, ese alguien, ese ángel de la guarda que un día es un soldado de la UME, al otro un médico, al otro un conductor atento que consigue frenar a tiempo y pasado un policía o un guardia civil, que siempre están ahí para salvarle el culo. Y encima se creen que es su derecho. Derecho derecho derecho….tengo derecho a…

Somos una generación que no ha vivido nunca una tragedia de verdad: una guerra, una pandemia, pasado hambre, visto morir a sus padres o hermanos asesinados.

Mi hija hace poco cumplía un año, y en el salón de casa tenía a sus cuatro abuelos. De todos los que estábamos allí ninguno habíamos conocido a los cuatro abuelos. Y ella tiene a los cuatro abuelos…y a un bisabuelo.





Hemos nacido, me incluyo, lo diré bastantes veces en esta entrada, en una época de la historia plagada de excesos, de lujos, de derechos asumidos que hemos dado como normales, y los tenemos sin haber hecho absolutamente NADA para merecerlos. Me mandaba el otro día una amiga por wassap una foto que decía: a nuestros abuelos les pidieron que cogiesen un fusil y fuesen a la guerra, a nosotros solo nos piden que nos quedemos en casa. Y algunos ni de eso son capaces, con que imagínense dejar sus vidas para sacrificarla luchando por un ideal. Si es que así nos va.
Vivimos gobernados por unas gentes que controlan totalmente los medios de comunicación y nos dan de beber lo que ellos quieren en las dosis que quieren. Hasta ahora se han dedicado a magnificar problemas algunos de ellos creados por ellos mismos para justificar su miserable existencia, pero la seguridad estaba garantizada, no iban a morir 10 millones de personas en ningún caso. El machismo mata más que el coronavirus, decían. Hoy ninguno da la cara. Así consiguen el voto del rebaño, el voto de una sociedad acostumbrada a exigir, a pedir, al tengo derecho a…pero nunca jamás a asumir sus errores y sus obligaciones.




Una sociedad se rige por sus instituciones y por su ciudadanía, de hecho la primera es la representación de la segunda. Por eso me rio cuando dicen que España no merece esta clase política que nos gobierna. Si, sí la merece, y quizás hasta algo peor que los zetapés, rajoyes, sorayos, doctores fraudez y marqueses de Galapagar.

Gracias a Dios la mayoría de los ciudadanos europeos no hemos experimentado en nuestras propias carnes ninguna desgracia, salvo los más mayores, esos a los que se decía en tono burlón que era a los únicos que iba a matar el coronavirus. Solo ellos han vivido tragedias, guerras, asesinatos, miseria, hambre, pasado miedo, terror.
Mi abuelo con 10 años pasaba las noches en la sierra el solo con las cabras. Entonces amigo, no había miedo a que apareciese un extraterrestre ni ningún loco con una motosierra y una máscara de hockey. El miedo era que apareciese un lobo y te matasen a la mitad del rebaño, porque entonces tenias un problema gordo de subsistencia,  el miedo era el hambre que tenías y no tener nada que echarte a la boca, el miedo en palabras de mi abuelo era subirte un cocido al monte y que apareciese un maquis o cualquier otro muerto de hambre para comérselo él, el miedo era que te picase una víbora allí en el monte tú solo sin posibilidad de ayuda. El miedo como me contaba un buen amigo, era la historia que le contó un familiar francés que le confesaba el terror que sufría cada noche en la actualidad cuando oía ladrar un perro en la calle, en relación el terror que pasó durante la ocupación nazi en Francia, cuando iban con los perros buscando personas para detenerlas. Eso es verdadero TERROR, terror del que 70 años después aun lo puedes vivir y recordar en tus carnes. Y como digo siempre, algo que pueda contarte alguien de viva voz es algo que no ha pasado hace tanto tiempo, pues la vida es muy efímera. Y hoy, repito, me incluyo, hemos nacido en un sistema democrático, en un estado de bienestar, con una montaña de derechos, sin haber hecho NADA para merecerlos.NADA.





Yo mismo en mi trabajo tengo unas condiciones laborales sensacionales. Yo me las he encontrado puestas, pero mucha gente antes que yo y hablo de los años 80, tuvieron que hacer huelgas y muchos estuvieron años despedidos para conseguir esos derechos. Estamos acostumbrados a tener las necesidades básicas más que cubiertas. Es cierto, no tendrás pasta para un coche, pero sin comer no te vas a quedar. No tendrás dinero para salir a la última fiesta  de moda o al concierto del año, pero si te pones malo no te va a faltar la asistencia sanitaria gratuita. No tendrás dinero para salir a cenar a un restaurante, pero descalzo no vas a ir. Quizás para una sociedad totalmente materialista no sea suficiente. ¿Por qué ese conduce un todoterreno BMW, vive en un chalet en Pozuelo y tiene un apartamento en la playa, y yo no?

Y de repente, como digo, se nos cae literalmente de la noche a la mañana todo aquello en lo que creíamos o dábamos por sentado.  ¡Y nos sucede algo que no habíamos conocido nunca! No puedes salir de casa, tienes que llevar guantes y mascarillas, usar gel de manos desinfectante, de todo ello encima hay escasez por supuesto, no puedes tocar nada que pueda estar contaminado con el bicho, no puedes bajo ningún concepto llevarte luego la mano a la boca o a los ojos porque te contagias…¿Y cuál es la reacción de la gente? Salir a la calle en estampida a los supermercados a comprar papel higiénico. Perdonen que me ría, pero es que la forma de ser, el instinto del ser humano, no cambia ni cambiará jamás. Los que estos días critican la avaricia del ser humano, comprando compulsivamente, muchos de ellos harían lo mismo de estar en el supermercado en el momento que reponen el papel higiénico, los huevos o el gel de manos. Denota no tener , con perdón, ni puta idea de los instintos básicos de supervivencia del ser humano. Si hay 5 barras de pan me llevo cuatro. Y no me llevo las 5 o porque no tengo dinero o porque no tengo manos para todo. Si tengo manos y dinero me llevo las 5 barras, y los que vengan detrás que se jodan, yo primero.





El maldito coronavirus nos ha puesto de frente al espejo para comprobar si estas generaciones estamos preparados para afrontar una situación que no se ha dado en décadas.
Dice mi padre siempre que las especies que no se saben adaptar a los cambios son las que se extinguen. Tal cruel y real como la vida misma. Trajes NQB, limitación de movimientos, cuarentenas, enclaustramientos, teletrabajo, no poder ir a pasar el día fuera, no poder viajar, ir al cine, al fútbol o ir a cenar con los amigos, que un policía te pida que le enseñes la compra y el ticket a la salida del supermercado etc…Y como ven no es un mundo apocalíptico, las cosas siguen funcionando. Imagínense si de verdad pasa algo grave, si de verdad la gente empieza a pasar hambre, a morir a millones en su casas, que los cadáveres se empiecen a pudrir, si viene un virus moral que afecte a todos por igual y que en 24 horas te hayas muertos como pasó con la peste negra es el siglo XIV. Sin ley ni orden, saqueo de supermercados, no hay abastecimiento, muertes por inanición, putrefacción de cadáveres, y no faltarían tristemente los robos, asesinatos, violaciones,….Supervivencia y maldad al fin y al cabo, la esencia del ser humano, The Walking Dead, una serie de zombis, sí, pero que quien sea seguidor sabe que realmente trata de sobrevivir a otros humanos en un mundo apocalíptico.  Fíjese la cosa podría ser muchísimo peor.
Supervivencia y maldad. Que “la generación más preparada de la historia” deje 10 minutos el móvil y le pregunte a sus abuelos.




Esta Europa y prácticamente el mundo entero enclaustrado en sus casas sin poder salir por el temor al contagio. La actividad económica prácticamente paralizada.  Empresas cerrando por imperativo legal obligados a acometer ERTES. Cuando salgamos de esta vamos a ver como salimos porque la cosa pinta muy pero que muy mal.


Del virus decir que no es letal ni mucho menos, pero a gente mayor y gente con problemas respiratorios previos puede matarles, de hecho al que le pilla con 70 y algo en adelante es desgraciadamente bastante mortal. Pero ya hay casos de gente joven sin patologías previas que también han muerto. Por lo visto depende de que cepa de coronavirus cojas y de la carga vírica (número de gérmenes que entren en tu cuerpo) para que vaya desde que ni te enteres, a un catarro, una gripe, o una hospitalización. En este asunto lógicamente es lo que he oído a los expertos. Curiosamente, demos las gracias al Señor porque es la buena noticia, a los niños no les afecta, porque imagínense, si ya es triste que se mueran los ancianos, imagínense los niños. Si lo comparamos con otros virus del pasado que no hacían distinciones no es ni mucho menos tan temible.




Esto es lo que hay del virus. No hay vacunas y la situación es política de guerra: por este no podemos hacer nada déjale, este puede salvarse tráele para acá. Entre el abuelito de 86 años y una persona de 54, cogen al de 54. Hasta ahora que escribo esto cada 24 horas están muriendo de 800 a 900 personas por coronavirus.
Los riesgos del coronavirus aparte del daño para la salud de las personas es sobre todo: 1. Colapso del sistema sanitario, debido al rápido contagio, afecta a muchas personas a la vez y el sistema no puede atender a todos ellos al mismo tiempo, aparte que no hay medios suficientes .2 Crisis económica.




Como digo prácticamente toda la actividad empresarial está paralizada, se han acometido ya numerosos despedidos y ERTES, y los efectos sobre la economía los sufriremos desde ya.


En esta entrada no voy a hablar del gobierno de gentuza y de inútiles de padecemos, de sus mentiras, de cómo de forma negligente han ocultado las consecuencias de este virus porque había que montar el pollo del 8 de Marzo el día de las femilocas, la propaganda lo primero por encima de la salud de la gente. Ojalá alguien les haga pagar el haber jugado con la salud de la gente. Tenemos en el peor momento a la peor gente gobernándonos. ¿Qué puede salir mal?




Tampoco voy a hablar de los malnacidos de Podemos intentando ganar puntos y subir escalones en mitad de la desgracia con la sangre de muchos muertos aun caliente. No voy a hablar de los descerebrados, tanto monta monta tanto, que salen a los balcones a rebuznar contra el Rey Felipe VI, como si él fuese el culpable de esta situación. Y tampoco voy a hablar de los Torra y Urkullu, que al igual que la otra panda de malnacidos, ni siquiera con la sangre caliente de los muertos abandonan sus perturbadas pretensiones nazionalistas. De esta es que ni siquiera VOX tristemente sale bien parado con el cagadón de Vistalegre.
No voy a hablar de ello aquí, hablaré en la siguiente entrada para desahogarme. Pero si voy a decir una cosa, esto es lo que España ha votado, ha elegido, tontocráticamente, engañados y manipulados por unos medios de comunicación que son una basura aun mayor que la clase política.




Leía una frase en internet que me gustó y es con la que me voy a despedir:

"Para muchos el siglo XXI ha sido el siglo de los derechos, y nada más. Ha llegado el momento de asumir nuestras obligaciones. Y añado yo: y si no las asumimos la realidad nos pondrá en nuestro sitio. Porque la realidad siempre acaba imponiéndose".

Que Dios les cuide a todos ustedes y acoja en su seno si así lo mereciesen a todos los que han muerto, están muriendo y van a morir de este maldito virus.