sábado, 27 de mayo de 2017

De lo malo lo peor


De lo malo lo peor. Es la mejor forma que se me ocurre describir la vuelta de Pedro Sánchez al liderazgo del PSOE.



Tres candidatos, tres inútiles, tres jetas, tres desgarramantas, y el Psoe, digno de la fábula de la rana y el escorpión, ha elegido, naturalmente, al peor de todos. Sus militantes ha demostrado una vez que son unos radicales que quieren unirse a Podemos en un Frente Popular contra España.




Lo dije, escrito está, que este volvía, con el cuchillo en la boca, lleno de odio y de resentimiento, con una cara de “os vais a cagar todos y os vais a enterar quien soy yo” y ya vemos si ha vuelto. Y ha vuelto porque los militantes del Psoe lo han querido, que a nadie se le olvide. Veremos a ver luego que opinan los votantes.




El discurso del Psoe es el discurso de la izquierda rancia de siempre, y este discurso se resume en una frase: odio a la derecha. No hay más. Por un lado es evidente, ya que sus ideas y políticas son sobradamente fracasadas en todas partes donde han osado ponerlas en práctica. En España sin ir más lejos fíjense como quedó nuestro país tras Zapatero. Que se puede esperar de un personaje que con no se cuantos  asesores alrededor todos muy bien pagados lo único que se le ocurrió para sacar a España de la crisis fue el plan E. Más gasto, más deuda.






Los de las primarias del Psoe ha sido algo grotesco que la verdad que retrata fielmente que clase de personajes están ahí metidos y que gente aspira a mandar en España.

Por un lado estaba Patxi López, un tipo sin estudios que ni en sus sueños podía haber llegado tan alto. Un pobre diablo francamente que tuvo su momento de gloria cuando fue presidente del País Vasco con el apoyo del PP para echar a los amigos de la ETA. Ni eso lo aprovechó.




Por otro lado esta Susanita. De esta tipeja ya la describí en mi entrada “Vidas paralelas, jeta idéntica”  (http://loquequedadeespana.blogspot.com.es/2014/02/vidas-paralelas-jeta-identica.html )  donde la compraba con Elena Valenciano. Poco más hay que decir de ella. Una jeta de partido, que no ha hecho ni trabajado de nada en su vida que no sea vivir de la pesoe de Andalucía, una tía que tardó diez años en sacarse la carrera de derecho, que a buen seguro está bien enterada de todo lo saqueado en Andalucía y heredera natural de los huidos Chávez y Griñán. Siempre al estilo mariano escondiendo las cartas, siempre dando un paso adelante sin arriesgar nada, se creía ganadora y se ha llevado una leche de cuidado. Da vergüenza ajena oírla vocear dando mítines que parece una verdulera chabacana de mercadillo. Triste es que muchos españoles confiaran en esta tiparraca como la solución a los problemas de España. Representa como nadie la España que aspira a crear el Psoe, una España de corruptos, de estómagos agradecidos, de subvencionados, de pobres y de parados a costa de sangrar a los que trabajan y a los que ellos tachan de “ricos”. Me cayó mal de siempre, pero desde que salió con la guerra civil (otra) y sobre todo defendiendo a capa y espada el impuestos de sucesiones diciendo que antes que quitarlo prefería dárselo a Montoro, la cruz es imborrable. Apuesto a que sus próximos movimientos serán en la línea de atrincherarse en su cortijo feudal andaluz. Que no me toquen lo mío. En resumen, una tiparraca de la que huir como de la peste que ya trae de antemano las cartas marcadas. Representante de la pesoe en estado puro, de casi casi lo peor, porque aun hay algo peor que esta tía. Y es el tercer candidato.






El tercero en discordia, el ganador, Pedro Sánchez. Lo peor que le podía pasar al Psoe y a España. Que al Psoe le pase algo malo es bueno para España, pero reconozco que la que se puede liar es de aúpa, más aun teniendo en cuenta que enfrente esta el PP de Mariano, que es como para echarse a temblar.
Todo cuanto le pase malo al Psoe será bueno para España, el problema es que al margen del sectarismo del individuo ha demostrado ser una persona que no tiene criterio alguno. Un día tacha a Podemos de populistas y al otro dice que se equivocó y arde en deseos de pactar con ellos, un día se presenta con una bandera de España gigante en Barcelona y al otro dice que España es una nación de naciones, un día firma un pacto con Ciudadanos con una serie de medidas que prácticamente es lo mismo que luego firmó el PP y al cabo de unos meses firma un pacto con Podemos que nada tiene que ver con lo anterior, y así suma y sigue. Un día firmo bajar impuestos y al otro subirlos para disparar el gasto. O sea, no es una persona fiable, se mueve para donde va el viento y en conclusión me da la impresión que lo único que quiere es llegar al poder al precio que sea. Lo que de verdad creo es que este listillo es un jeta y un ventajista de cuidado y que dice lo que le interesa en cada momento. Un indeseable del que huir más deprisa aún que la omaíta Susana y que ojalá Dios nos libre de este individuo que sería capaz de hacer a Pablo Iglesias vicepresidente del Gobierno y al Errejón Ministro de Interior.





Este Pedrito Sánchez a buen seguro acabará dejando por bueno al mismísimo Zp, sino la tiempo. Lo cual es terrorífico.

Su primer objetivo será hacer una limpia en su partido, y una vez tenga a su gente el objetivo será pactar con quien sea, repito con quien sea, Podemos, antigua CIU, ERC, CUP, Bildu, etc…para echar al PP. Y entonces nos vamos a enterar de lo que es un Frente Popular de extrema izquierda que lo de Zapatero va a ser una broma al lado de lo que puede llegar. Y ya no hablo solamente de que vamos a volver a los peores años de la crisis, sino que agravarán el problema y en lo social que la Iglesia y la libertad en general se preparen. Lo de quitar la misa de La 2 va a ser lo de menos para lo que a buen seguro están dispuestos a hacer.




Y otro asunto que denota la clase, el nivel, que manda en el Psoe es que se echen la monte (una vez más) viendo lo que ha pasado con su homólogo en el país vecino Francia, o en el Reino Unido, todo ello bajo promesas populistas y de extrema izquierda. En un país normal sería la equivalencia a firmar la sentencia de muerte, pero ya saben como dijo Fraga…Spain is different.
Siguen defendiendo la misma bazofia económica que llevaron a España a cargarse tres millones de empleos. Y la solución a esto, al despilfarro, a la corrupción generalizada es subir más y más y más los impuestos, y más gasto y más despilfarro, y mas desunión, más poder para los políticos que nos ha traído hasta aquí, más competencias para las autonomías. Bueno, que digo autonomías…para los estados plurinacionales que este majadero quiere crear.




Otro tema capital es quien manda en el Psoe. Hasta ahora los que tenían la sartén por el mango, el aparato que se llama, están perdiendo el control y llega otro Psoe donde por ejemplo la voz de Felipe González ya no cuenta apenas nada. Cuidadito.
El Psoe siempre ha tendido cuando ha tenido que elegir entre dos opciones, siempre a la peor, a la más radical y a la que siempre ha convenido a sus intereses y no a España. Para muestra un botón y es cuando entre Julián Besteiro y Largo Caballero se impuso este último.

No me quiero alargar más en un individuo y un partido que solo merecen ya su muerte política. La broma del Psoe, los de los cien años de honradez, ha llegado ya demasiado lejos.

Hay un dicho que dice: otros vendrán que bueno le harán. Cuantos más años voy cumpliendo me doy cuenta de cuanta razón lleva ese dicho, al menos en política.


Zp mató al Psoe y Pedro Sánchez va a ser el enterrador. Sería un justo y bonito final para un partido siniestro desde sus inicios que ha hecho un daño y un mal irreversible a la nación española.



sábado, 13 de mayo de 2017

Los “jetócratas” y Franco

La izquierda en España y en Europa tiene un problema: se desploman, nadie cree en ellos. Están desapareciendo del mapa en prácticamente todas las naciones, y justo en una época en la que el fracaso de la economía actual, del libre mercado,  de la Unión Europea, del liberalismo económico y el capitalismo salvaje es algo patente. Y ante esta situación vuelven con recetas obsoletas, sobradamente fracasadas, sin nada más que ofrecer que sectarismo ideológico.






Ante tal fracaso y frustración la izquierda española y perdón por lo de española, abre el sobre con el plan B. Y del sobre sacan una papeleta que pone: FRANCISCO FRANCO. Por el reverso pone: LA IGLESIA CATÓLICA.




Y a ello vuelven una, otra y otra vez los que provocaron la guerra civil y los que, gracias a Dios, la perdieron.




Vuelven a la carga, oootra vez, si, erre que erre, con el Valle de los Caídos y con la monserga de sacar a Franco del mismo y quitar a José Antonio Primo de Rivera del lugar preferente que ocupa. Vuelta la burra al trigo con profanar el Valle de los Caídos para, unos dicen demolerlo, otros que si convertirlo en una especie de museo de los horrores del franquismo y la última payasada, esta vez de la mano de Albert Rivera, que si convertirlo en un cementerio al estilo Arlington de Washington. Todo con tal de no reconocerlo como lo que es: el Valle de los Caídos que tanto les escuece y molesta representa por un lado la victoria de España, de la verdadera España, de la España Nacional frente al marxismo, el comunismo y la antiespaña, y por otro lado es un monumento a la reconciliación nacional de todos los españoles, un abrazo a todos los arrepentidos, reconciliación que gracias a Zapatero ha saltado por los aires y como de aquellos barros vienen estos lodos, los hijos políticos de Zapatero, Podemos, han dicho que quieren jugar el partido de la revancha y que la única legitimidad es la que tenía la II República con el Frente Popular. Sus golpes de estado (perdón revoluciones en pro del obrero), sus fusilamientos, paseíllos, asaltos a Iglesias, crímenes varios, destrozo del patrimonio nacional de todos, y todo cuanto hagan esta justificado.








Se votó en el parlamento la proposición haciendo mucho hincapié en que es una proposición no de ley que no obliga al gobierno a cumplirla.
Votaron que sí 198 diputados, 140 del PP se abstuvieron y uno que se equivocó de botón (sin comentarios) votó que no. Entre los que votaron que sí estuvo también Ciudadanos. Que tomen notan algunos, los que ven en Albert Rivera al nuevo Adolfo Suárez. Votando junto al Psoe, a Podemos y a toda la basura independentista y etarra profanar una tumba.




Yo no soy amigo de profanar ninguna tumba, sea de Franco, de Santiago Carrillo o del Papa. Los muertos se quedan donde están y que Dios les juzgue. Y punto. ¿Pero qué coño es esto de esta abriendo tumbas y no dejar a los muertos descansar en paz?




Sencillamente lo de esta gentuza, hablo de Podemos, del Psoe, de ERC y de toda la banda de rojos y separatistas, es para ponerles un tratamiento de choque porque la obsesión que tienen con Franco traspasa los límites de la cordura. Yo creo sinceramente que lo primero que piensan cuando se levantan es en Franco.
De los borregos que van a votarles después de consumir en vena horas, horas, horas y horas de La Sexta y La Cuatro promocionado por el PP de Soraya y Mariano no cabe esperar nada, son la masa teledirigida del rebaño que encima presumen de valores. Serán los valores como los del Barcelona Club de Fútbol. “Valors”.




Ahora resulta que aquellos que se autodefinen como los “gobiernos del cambio” que llegaron denunciando los cientos de miles de niños desnutridos que había en España que llegaban al colegio por la mañana sin desayunar porque sus familias no tenían que comer por culpa de Franco y del PP, la emergencia social de una sociedad que en masa buscaba en los cubos de la basura, que denunciaban una España post-apocalíptica, ahora resulta que la emergencia, lo urgente es cambiar el nombre de las calles que a ellos no les gustan, fomentar el catalanismo en la Comunidad Valenciana, acoger a refugiados y sobre todo, lo más importante, sacar a Franco del Valle de los Caídos. A un señor de Carabanchel o de Hortaleza sin duda es lo que más le preocupa.






Ya no basta con la Ley de Desmemoria Histérica, no les basta con cambiar el nombre de las calles, con destrozar las lápidas con los nombres de los asesinados por ellos mismos que recuerdan sus crímenes y atrocidades, no les basta con difamar, mentir y engañar, no les basta con seleccionar la Memoria que a ellos les interesa y no les basta con hacer un copia aquí, corta allá y borra más allá para reescribir la historia al gusto del consumidor. Todo ello está bien y se sienten orgullosos, pero es caza menor, porque la verdadera pieza de caza mayor es la profanación de la tumba del Generalísimo y la posterior reconversión del Valle de los Caídos en vete a saber qué, pero nada decente ni nada bueno seguro.

Es repugnante ver a toda la escoria política votando en masa sacar a Franco del Valle de los Caídos. Del PP en fin….no cabe esperar absolutamente nada. Son cómplices directos de las fechorías de la izquierda.




Es repugnante padecer a unos políticos tan sumamente desgraciados y miserables votando estas indecencias. Es repugnante ver a una sociedad lanar que solo hace despotricar en el bar de los políticos pero luego el día de las elecciones van en masa a votarles. Es repugnante que teniendo en España los problemas gravísimos que tenemos y habiendo problemas en el aire tan urgentísimos y trascendentes como el tema de la reforma del sistema de pensiones se gaste un solo minuto en discutir sobre profanar la tumba de Franco. El disparate de la 19 CCAA, los brutales impuestos que pagamos, el sistema sanitario o el nefasto sistema educativo que padece España. Esto mientras nos masacran a impuestos una colección de gentuza elegidos por todos para seguir manteniendo un sistema político acabado, nefasto y esperpéntico que bien es un sistema federal. Que el tema a debate en el parlamento de un país como España sea qué hacer con la tumba de Franco es un claro reflejo del nivel moral e intelectual del país. Me pregunto si viniese una persona de fuera que no tuviese ni idea de España y le explicáramos los problemas del país y al entrar en el Congreso viese lo que se está votando, cualquiera con dos dedo de frente pensarían que estamos locos o idiotas. Ni votos a favor ni votos en contra ni abstenciones ni leches. Franco se queda donde está.




Y por encima de todo es sumamente repugnante ver como no se respeta a los muertos, como se reescribe la historia y como se calumnia y se difama sobre una persona honesta ya difunta y su obra.

Muchas personas se posicionan en contra de sacar a Franco del Valle de los Caídos por el mero hecho de no remover la historia, o como dicen algunos, de no remover la mierda, como si la historia de España y Franco fuesen tal palabra. MIERDA con mayúsculas es Podemos, es Pablo Iglesias, es Otegui, es el separatismo, es Maduro y es lo que lleva haciendo el partido socialista 40 y pico años.







Yo me quito la camisa, me pinto la cara y me bato en duelo, y niego la mayor. Yo estoy radicalmente en contra de profanar, llamemos las cosas por su nombre, la tumba de Francisco Franco, antiguo Jefe del Estado, el hombre que ganó la guerra, que modernizó España, que creó un Estado de bienestar sin igual hasta entonces del cual aun hoy nos beneficiamos y que dejó el camino preparado para la llegada de la democracia que esta a puntito de llevarnos a todos al borde del precipicio. Yo no estoy en contra de semejante atrocidad como dicen muchos “por no remover el pasado”. Yo estoy en contra porque a ese Señor y a esa España la debemos honor, recuerdo y gratitud. Porque cuando se dice “no remover el pasado” estamos asumiendo que los buenos fueron los malos y los malos ahora son los buenos, que no queremos hablar de aquello como el hombre que tiene un desliz y engaña a su mujer una noche y luego se arrepiente de ello y no quiere hablar de ello nunca. Y por ahí no paso porque no hay nada de lo que avergonzarse. La cabeza baja ellos, que son los que perdieron la guerra y los que todavía no han asumido lo que pasó. Y si alguien ha de pedir perdón que empiecen ellos que tienen mucho de lo que arrepentirse y de lo que callar. La cabeza baja ellos que sus ideas políticas que nos quieren implantar en nuestra España han arruinado naciones ricas siempre a golpe de crímenes y de persecuciones.








Odian a Franco igual que odian a Dios, a la Iglesia y a España porque todo ello va en el mismo pack. Odian a Franco porque les ganó la guerra y les fastidió sus planes revolucionarios, comunistas y marxistas para España. Odian a Franco porque tras la guerra civil no daban un duro por él cuando empezase la Segunda Guerra Mundial, y esperando su caída resulta que murió 40 años después en la cama de un Hospital Público rodeado del cariño y el afecto de la INMENSA MAYORIA del pueblo español, aunque en el “Cuéntame” refleje o contrario. Odian a Franco porque consiguió mantenerse en el poder gracias al apoyo de los españoles, del pueblo español, durante 40 años sin que nadie, NADIE ni tan siquiera le tosiese un poquito. Odian a Franco porque cuando se frotaban las manos tras la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial y sin renunciar prácticamente a nada consiguió mantener el apoyo de las grandes potencias extranjeras e incluso llegar a ser aliado íntimo de los EEUU. Odian a Franco porque salió victorioso habiéndose fotografiado primero con Hitler y luego con Eisenhower.  Odian a Franco porque donde creían que su régimen sería un lodazal de hambre, de miseria y de brutalidad resultó que no fue tal, sino que en 1975 dejó un país próspero, humilde, no rico, pero sí próspero donde se vivía muy bien, donde no faltaba de nada y se podía hacer prácticamente de todo. Odian a Franco porque donde cogió una nación devastada por la guerra, el odio, el hambre, los piojos y la miseria dejó 40 años después una España ordenada, limpia, aseada y reconciliada, una España donde se podía tirar comida a la basura, donde la inmensa mayoría de los españoles era propietario de una vivienda y algunos hasta de dos, donde no había paro, donde todo el que quería podía estudiar. Odian a Franco porque consiguió reconstruir el país por sus (nuestras) propias fuerzas y recursos sin ayudas de nadie. Odian a Franco porque teniendo todo el poder no robó nada ni jamás engañó a su mujer con otra, ni era un borracho ni un fiestas. España octava potencia económica mundial, poco más cabe añadir. Y sí, los rojos y los separatistas estaban a raya como debería ser, aparte que eran cuatro pelagatos trasnochados, no como ahora que son millones gracias a la maravillosa democracia que padecemos. Y se gobernaba para el interés de la mayoría, no minorías.
Y así, 80 años después, por Decreto Ley por unanimidad en la Cámara, Franco perdió la guerra y los que osen negarlo podrán tener penas de cárcel. Y con Franco cautivo y desarmado llegarán al fondo del asunto, que es seguir pintando la II República como el paraíso al que debemos volver, cuando lo que realmente fue es el infierno mismo.




El odio de gentuza como Pablo Iglesias contra Franco es lógico y normal en gente resentida incapaz de pasar página en la historia y que siguen defendiendo ideas sobradamente fracasadas y criminales. Lo que no es normal es la obsesión enfermiza por intentar seguir buscando la revancha desde 1939, de intentar ganar 80 años después lo que perdiste en el campo de batalla con toda justicia. Yo, llámenme raro, me gusta acordarme del gol que metí, no del gol que fallé sin portero. Me gusta acordarme del examen que saqué un diez, no del que suspendí con un tres.






Que en el año 2017 se siga hablando de Franco como algo vigente, algo de actualidad, a mi juicio solo hace aumentar la grandeza de ese señor. Como dice el refranero popular no ofende quien quiere sino quien puede. Franco no fue una ofensa en absoluto, sino un gobernante ejemplar, honesto y decente y ojalá dentro de muchos años se le reconozca su obra. Mientras tanto los de siempre, porque son los de siempre, seguirán erre que erre, y el día que vuelvan al poder, que volverán tarde o temprano (España es así de cazurra) y quizás en forma de Frente Popular, harán todo cuanto puedan y más allá para conseguir su pieza de caza mayor, como si con ello fuesen a ganar la guerra que perdieron aquel Primero de Abril de 1939.



Ya saben…

”en el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas Nacionales sus últimos objetivos militares. La Guerra ha terminado. Burgos Primero de Abril de 1939. El Generalísimo: FRANCO”.




jueves, 4 de mayo de 2017

Matías Montero

Matías Montero y Rodríguez de Trujillo nació en Madrid en 1913. Comenzó la carrera de Medicina en la Universidad Central de Madrid. Como muchos estudiantes de aquella época se afilió en un primer momento a la FUE (Federación Universitaria Escolar) madrileña.




Cuando en 1931 aparece el semanario “La conquista del Estado” fundado por Ramiro Ledesma Ramos, Matías escribe una carta de adhesión al periódico, casualmente un 9 de febrero, o sea, justo tres años antes de su muerte. En dicha misiva se podía leer lo siguiente: 

“Sinceramente convencido de que su ideario viene para abrir un camino salvador en la actual confusión político social, envío desde luego mi adhesión y le ruego me envíe folletos que expliquen detalladamente lo que va a ser el partido. Yo soy estudiante de Medicina y tengo 17 años, pero me falta muy poco tiempo para cumplir dieciocho años”.


Al poco tiempo se convierte en miembro de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS) y a finales de 1933, cuando ya tiene 20 años de vida, es uno de los primeros afiliados de Falange Española, destacándose como uno de los militantes más entusiastas de la causa falangista, lo que le lleva a escribir en la sección “Falanges Universitarias” del semanario “FE”.




Al abrigo de Falange Española surge en noviembre de 1933 una nueva organización estudiantil: el Sindicato Español Universitario (SEU), que encabezan varios jóvenes falangistas, como Manuel Valdés Larrañaga, Alejandro Allanegui, David Jato, Alejandro Salazar, a los que se suma Matías Montero. En la redacción de los primeros estatutos del Sindicato Español Universitario, les ayuda Julio Ruiz de Alda. Estos estatutos son injustamente rechazados por el Ministerio de la Gobernación el 10 de noviembre de 1933.

En la Universidad, los falangistas no están solos, ya que frente a ellos se encontraba la poderosa Federación Universitaria Escolar (FUE), que iba perdiendo la relevancia que tuvo en otros tiempos, ya que había dominado a la mayor parte del estudiantado, para convertirse en un reducto de las izquierdas, que pretendían imponerse al resto de los estudiantes. Para la FUE, el SEU representó un importante obstáculo.
Matías se dedicó al reclutamiento de nuevos militantes y también participó en la venta cotidiana del semanario “FE” por las calles madrileñas, actuando en ocasiones en tareas de protección a los voceadores.





Con motivo de la aparición del semanario “FE”, se desencadenó una tremenda ofensiva contra la publicación, negándose los quioscos públicos y los vendedores profesionales a su difusión, por lo cual tuvieron que realizar la venta los propios militantes del partido. Ahí tenían los rojos su ocasión semanal para organizar en las calles la persecución y violencia contra los falangistas.
Y así, el 11 de enero de 1934 fue muerto a tiros el joven Francisco de Paula Sampol, que acababa de adquirir el periódico en la calle de Alcalá.
El día 27 de enero era asesinado en la calle Clavel, el capataz de venta del semanario “FE”, Vicente Pérez.
El 3 de febrero, en la Gran Vía, resultaron heridos de bala dos estudiantes de Falange Española que vendían el periódico.
También cayeron asesinados José Ruiz de la Hermosa, Manuel Rodríguez Gimeno, José García Vara, Tomás Polo, Juan Lara, Manuel Carrión y Juan Cuéllar de 18 años que lo mataron destrozándole la cabeza con una piedra... 
Esas violencias no tenían sentido alguno de represalia, ya que Falange Española en este tiempo no dio ocasión para ello.
La situación tanto de los dirigentes como de los afiliados era verdaderamente preocupante, al ser los destinatarios de esa violencia desatada por los rojos, sin que ellos pudiesen tomar medidas reparadoras y eficaces.
Estas feroces agresiones y atropellos contra Falange Española -con resultado en ocasiones de muerte- procedían del campo socialista, siendo incubadas y preparadas en sus Juventudes, que de este modo, diez meses antes de la tristemente famosa revolución de octubre, comenzaron a presumir de capacidad para la lucha armada. De todas formas no se podía achacar la intervención directa de las Juventudes socialistas como ejecutoras de esas brutalidades, ya que se limitaban a sostener una banda -cuyos componentes no eran generalmente miembros de ellas- sino gentes extremistas que percibían sueldo por sus intervenciones.


En el anochecer madrileño del viernes 9 de febrero de 1934, Matías tras participar en la venta del número 6 de “FE”, regresa a su domicilio, en la calle Marqués de Urquijo, 21 - 3º, en el barrio de Argüelles. Matías, que es huérfano, vive con sus hermanos y sus dos tías, Rafaela y Rosario, la primera oficinista y la segunda locutora de la Compañía Telefónica.
En la calle Quintana, a pocas manzanas de su hogar, se despide de Bonet, amigo suyo que le ha acompañado hasta allí. Matías, sigue en su recorrido por la calle Juan Álvarez de Mendizábal, donde le están esperando dos izquierdistas. Uno de ellos es Francisco Tello Tortajada, obrero afiliado al PSOE y a las Juventudes Socialistas e integrante de “Vindicación”, grupo comandado por Santiago Carrillo.
Matías Montero no tiene tiempo de ver a sus agresores, y de dos disparos a traición por la espalda, le alcanzan en el corazón, provocándole rápidamente la muerte al joven falangista. Su asesino aún se acercó a rematarle, ya en el suelo, con otros tres disparos en el vientre, tras lo cual huyó, dejando a Matías tendido en el suelo, rodeado de un charco de sangre.





En esta ocasión, a diferencia de otras, el asesino es apresado, gracias a la rápida actuación policial del inspector Justino Arenillas Caballero.
El día 19 de febrero de 1934, Francisco Tello Tortajada es juzgado por procedimiento de urgencia, actuando José Antonio Primo de Rivera de abogado de la acusación particular. 



A propuesta del acusador privado, señor Primo de Rivera, se le enseña una carta, que reconoce el procesado, dirigida al presidente de la Juventud Socialista. En esa carta se queja de que sus camaradas no le dejaban realizar un plan peligroso y que estaba dispuesto a asumir todas las responsabilidades.
Primo de Rivera: ¿Qué plan era ése?
Procesado: De tabaqueros, afiliados a la UGT.
Primo de Rivera: Ha dicho usted que ignoraba que se vendiera aquel día el periódico “FE”. ¿Por qué tenía usted en el bolsillo otro papel conteniendo la noticia de que al jueves siguiente se vendería el semanario “FE”?
Procesado: Porque pensaba vigilar a los vendedores por si llevaban armas.
Primo de Rivera: ¿Usted no conocía al muerto?
Procesado: No.
Primo de Rivera: Entonces, ¿por qué lo mató?...





Don José Antonio Primo de Rivera anuncia una acusación breve.
- Con sobriedad y justeza refiere el hecho. Tello mató a traición al estudiante Matías Montero. Se le vio disparar, se le siguió sin interrupción y quedó detenido casi en el acto. Las excusas del procesado son débiles y no probadas, los testigos justificaron la certeza de la tesis acusatoria.
- Justifica las tres agravantes que alega: alevosía, que caracteriza el asesinato; premeditación y ensañamiento.
- El procesado es amigo de todos los que han realizado hechos tan cobardes como el de ahora perseguido. Según él, venía a la cárcel a visitar al presunto matador del estudiante Francisco de Paula Sampol, y al hablar de su vida pasada se refiere a Tejada, acusado por la muerte de don Vicente Pérez.
- Se le escapó a Tello la afirmación de que sabía de una organización preparada para cometer estos bárbaros atentados cuyos efectos viene sufriendo la sociedad. Todo revela que se había formado una banda para matar a los afiliados de Falange Española.
- La circunstancia de premeditación se desprende de cuantos extremos se han acreditado.
- El ensañamiento, para apreciarlo, basta con recoger las declaraciones técnicas de los forenses. Los últimos disparos se hicieron ya caída en el suelo la víctima.



Antes de acabar su elocuente informe, el señor Primo de Rivera, con honda emoción, habla de lo horrendo del delito, fría, tranquilamente perpetrado.
La Sala ha de proceder sin contemplaciones, imponiendo al acusado todo el peso de la ley.
Hace una brillante apología del joven ejemplar, caballero perfecto, estudiante modelo, amante de su Patria, don Matías Montero y Rodríguez de Trujillo, incapaz de acción alguna impura, sino preparado para defender el orden social, en cuyo holocausto resultó inmolado.
                                                   La Nación, 19 de febrero de 1934

Tello fue condenado a 23 años y 3 meses de prisión, que no cumplió al verse beneficiado por la amnistía promulgada en 1936 por los izquierdistas del Frente Popular.





Entre las ropas del cadáver de Matías, se escondía un artículo titulado “Las flechas de Isabel y Fernando”, que había escrito para la revista “FE”. En él trazaba las líneas para conseguir una “Universidad limpia de pasiones, bloque compacto de profesores y estudiantes, que marche entusiasta en pos de la cultura al servicio de la Patria”.
Por la tarde del 10 de febrero varios centenares de falangistas, y casi un millar de amigos y simpatizantes de Falange Española, acuden al entierro de Matías Montero, en el cementerio de la  Sacramental de Santa María, en la ribera del Manzanares, en Madrid. Muchos falangistas van en formación marcial entonando al compañero caído la hermosa canción de procedencia germana titulada “Yo tenía un camarada”. Escoltando el féretro, en cortejo fúnebre desde la Plaza de la Alegría hasta el cementerio.






El sepelio se desarrolla con gran emoción, en silencio y sin gritos de odio o rencor. José Antonio Primo de Rivera, ante la tumba abierta que recoge los restos de Matías, pronuncia estas breves palabras:
«Aquí tenemos, ya en tierra, a uno de nuestros mejores camaradas. Nos da la lección magnífica de su silencio. Otros, cómodamente, nos aconsejarían desde sus casas ser más animosos, más combativos, más duros en  las represalias. Es muy fácil aconsejar. Pero Matías Montero no aconsejó ni habló: se limitó a salir a la calle a cumplir con su deber, aun sabiendo que probablemente en la calle le aguardaba la muerte. Lo sabía porque se lo tenían anunciado. Poco antes de morir dijo: “Sé que estoy amenazado de muerte, pero no me importa si es para bien de España y de su causa”. No pasó mucho tiempo sin que una bala le diera cabalmente en el corazón, donde se acrisolaba su amor a España y su amor a la Falange»
“¡Hermano y camarada Matías Montero y Rodríguez de Trujillo! Gracias por tu ejemplo”.
“Que Dios te dé su eterno descanso y a nosotros nos niegue el descanso hasta que sepamos ganar para España la cosecha que siembra tu muerte”.
“Por última vez: Matías Montero y Rodríguez de Trujillo”.



Todos los asistentes, ante la invocación postrera del nombre del camarada caído, contestan “¡Presente!”, alzando sus brazos en forma de saludo romano.


Algunos publicistas de las derechas, empezando por su habitual portavoz, el diario ABC, comenzaron a insinuar sus críticas, con ironía excesivamente severa, y así en la misma mañana del día que se iba a celebrar el entierro del joven Montero, un colaborador del diario monárquico, comentando la actuación de Falange, escribía: 
«... la opinión pública esperaba algo más que la enérgica protesta de rigor en los periódicos; unas represalias inmediatas... y nada». 



Luego añadía que un fascismo así no era más que literatura, sin que constituyese “riesgo alguno para los adversarios”.
De ahí el discurso de José Antonio en el cementerio, contestando con dolor esas críticas, con la frase: “Es muy fácil aconsejar”.
Como sea que el ambiente se enrareció un tanto en torno a Falange Española, la organización publicó una nota en la Prensa, con el siguiente párrafo:
“Falange Española no se parece en nada a una organización de delincuentes, ni piensa copiar los métodos de tales organizaciones, por muchos estímulos oficiosos que reciba”





En el primer aniversario de la muerte de Matías Montero, entendida como acto último de servicio, José Antonio Primo de Rivera escribió el siguiente artículo:
«Anoche, en Salamanca, cobijados en un recinto bajo de techo, pino de escaleras, pobre de luz, entre unos camaradas de buena estirpe leonesa, parcos en la sonrisa y en la alabanza, pasamos el aniversario de Matías Montero. Como el recinto, fue sin adornos la ceremonia: unas palabras de Salazar y de Bravo, otras palabras mías y un silencio que nadie impuso, pero que tuvo, en autenticidad, mucho mejor sentido que los rituales minutos de silencio.  
Dije a los camaradas de Salamanca y os digo ahora: El martirio de Matías Montero no es sólo para nosotros una lección sobre el sentido de la muerte, sino sobre el sentido de la vida. ¿Recordáis vosotros, los de la primera hora, una de las cosas con que se intentaba deprimimos? Se nos decía: “No triunfaréis; para llevar adelante un movimiento como el vuestro hace falta contar con gente endurecida en grande”. Los españoles arriesgaron y dieron la vida. Y por España y por la Falange dio Matías Montero la suya.  
Buena piedra de toque es ésta para conocer la calidad de nuestro intento. Cuando dudemos, cuando desfallezcamos, cuando nos acometa el terror de si andaremos persiguiendo fantasmas, digamos: ¡No!; esto es grande, esto es verdadero, esto es fecundo; si no, no le hubiera ofrendado la vida -que él, como español, estimaba en su tremendo valor de eternidad- Matías Montero».


El Ministerio de Educación Nacional, por orden de 5 de febrero de 1938, declaró festivo, en todos los centros docentes del Estado español, el 9 de febrero de cada año, día del Estudiante Caído, aniversario de la muerte de Matías Montero, falangista asesinado en las calles de Madrid cuando vendía el semanario “FE”, con el fin de perpetuar “este ejemplo entre las jóvenes generaciones que en el estudio asiduo y apasionado, o en la lucha viril y sangrienta, labran los sillares de la España Imperial”