jueves, 10 de julio de 2014

Como cada año el atraco de la gasolina

Otro año más llegan las vacaciones (para los que aun puedan permitirse el lujo de irse).

Muchos marchan como antaño al pueblo, como se dice de andar por casa, “pa no gastar”. Los más pudientes se podrán permitir el lujo de irse a un hotel o incluso cogerse un avión. Yo desde luego no. Yo “pal pueblo pa no gastar”. Que de momento coger la bici y hacerte una ruta por la montaña es gratis. Quién sabe si algún asesor de Moncloa de esos que ganan ocho mil euros al mes le da la idea a Montoro de cobrar por ello. Imagínense: alto el guardia forestal o la guardia civil. ¿Lleva usted licencia para andar con la bici por estos montes? Multa y la bici confiscada. Pero oiga, señor agente, hay una oleada de robos en casas del pueblo, ¿no deberían preocuparse de ello? Lo sentimos es la ley y hacemos lo que nos mandan, aunque si quiere podemos bajarle al pueblo en el coche.

 

Sea como fuere, a Nueva York en avión, a Alpedrete o a Sagrillas del Río en el coche de 15 años uno necesita el coche para irse, y como siempre por estas fechas llega el atraco de la gasolina.

Como TODOS los años, impunemente, con el visto bueno del gobierno de turno, con el OK de la no se que rollos de la vigilancia de los precios y la competencia. Casualmente las tres o cuatro empresas que se reparten el pastel, al igual que pasa con la telefonía móvil, pactan los precios y los suben a su antojo, como digo sin que nadie haga nada. Y los ciudadanos de a pie a pagar, estes en el paro, tengas trabajo o cobres diez mil euros a final de mes evadiendo impuestos.

Alguna vez…..les ponen una multita que para los mortales con sueldos tercermundistas que no podríamos pagarla ni viviendo 30 veces no somos capaces ni de imaginar cuanto dinero es, pero que para ellos es calderilla, y que no pare la fiesta oye. Lo que llevan en el bolsillo.

Es alucinante la tomadura de pelo que supone que cada vez que llegan las vacaciones, ya sean de verano, de Navidad, de Semana Santa o un puente, ¡zasca! El palo de la gasolina, no falla.

Es alucinante ver como estos gánsteres que son los que realmente manejan a los gobiernos junto a otros lobbys como el financiero, como se apresuran ipso facto a subir los precios de la gasolina en cuanto sube el precio del barril de crudo, y lo que tardan en bajarlos cuando este baja. Y además de cobrartela a precio de oro en algunos sitios te meten gasolina adulterada, mezclada con agua o de muy baja calidad que acaba destrozándote el motor. Pues cabe destacar que el dueño de la gasolinera no es el que se forra con este negocio.

 

Del tema de la gasolina hay otro asunto espinoso que me irrita especialmente, y es como nos mienten la banda de ladrones y de sinvergüenzas que nos desgobiernan. Nos repiten continuamente en periódicos y televisiones que el precio de la gasolina en España es más barato que en el resto de la Unión Europea. Esto es una verdad a medias, por lo que se puede considerar una mentira más.

 
Digo que es verdad a medias, porque “técnicamente” es más barato echar gasolina en España que en Alemania. Lo de técnicamente lo he puesto entre paréntesis porque yo hace dos años estuve en Austria y en Alemania y la gasolina estaba al mismo precio que en España sino en Austria algo más barata incluso que por ejemplo en la gasolinera del Carrefour de al lado de mi casa, y vivo en Madrid, que la gasolina es más barata que en otras regiones de España.

Bien, a día de hoy, 10 de Julio de 2014 acabo de buscar los datos concretos para hablar con conocimiento de causa:

En Madrid, donde repito que la gasolina está más barata que otras regiones, la más barata (diesel) que he encontrado es a 1.219 (low cost) a la más cara 1.363. El precio medio normal de la gasolina diesel, o sea, si paras al azar en cualquier sitio, será de aproximadamente 1.330-1.340 más o menos. Buscando en internet he encontrado que el precio de la gasolina en Alemania es de 1.378.

Asique como digo, “técnicamente” es cierto que la gasolina es más barata en España que en Alemania, pero ahora vamos a desmontar la trampa con la que nos engañan.

Yo gano al día diez pesetas y el pan me vale una peseta. Y otra persona gana al día 30 pesetas y el pan le vale dos pesetas. Es cierto, a él el pan le vale el doble que a mi, pero es que él gana el triple que yo. Por lo tanto “técnicamente” su pan es más caro que el mío, pero a la hora de la verdad lo cierto es que por el rasero que hay que mirar las cosas mi pan es muchísimo caro que el suyo.

Con la estafa de la gasolina, que es la gallina de los huevos de oro de muchos, pasa exactamente lo mismo. A ellos, alemanes, austriacos, noruegos les valdrá echar gasolina 2, 3 o 4 o 6 euros más que a nosotros, con la pequeña diferencia, mínima salvedad, que es que donde nosotros ganamos 800 euros, mil euros, mil y poco, ellos ganan dos mil euros sino más.

La estafa, el timo del tocomocho radica en la vara de medir, que es el precio, cuando lo justo y real es medir y comparar el nivel de vida, los salarios, con el precio que valen las cosas.

 
Así queda demostrado que en España la gasolina es muchísimo más cara que en el resto de Europa.

 

Ya hablando más en general es sorprendente como algo básico y necesario en diez años ha podido duplicar casi su precio, cuando los sueldos siguen iguales en el mejor de los casos, sino han bajado, en algunos casos de forma brutal.

Es acojonante como en plena crisis, cuando prácticamente todo ha bajado de precio o se ha congelado el precio de la gasolina no ha dejado de subir, estando hace un año medio- dos años a unos precios altísimos.

Me acuerdo cuando hace diez años me saqué el carné de conducir y el gasoil costaba ochenta céntimos el litro. Qué tiempos en los que no tenía que desviarme 5 o 10 kilómetros para echar gasolina por ahorrarme tres euros. Donde paraba allí la echaba. Ahora tengo que estar mirando una aplicación del móvil (muy útil por cierto) para ver en que gasolinera está más barata para ahorrarme tres o cuatro euros, y por supuesto echarla cuando pase por allí, para aprovechar el viaje. A esto hemos llegado con la maravillosa democracia de derechos y libertades que supuestamente vivimos.

Es sorprendente como antes un gasto que era despreciable, como hoy día puede ser por decir algo comprar el pan o comprarte ropa normalita, no de marca, hoy es algo prohibitivo.

Como antes podías cogerte el coche y marcharte un fin de semana a la playa o al pueblo sin pensar en el dinero que te valía el desplazamiento y ahora para echar las cuentas de lo que te va a salir la broma lo primero que pones en la cuenta es el dinero de la gasolina.

De hecho yo personalmente donde antes cogía el coche y me iba un día al Escorial a pasar el día, a la sierra, A Toledo o a Segovia o simplemente al Corte Inglés o al Media Markt a ver una cosilla (por enredar) hoy ya prefiero dejar el coche en el garaje y quedarme en casa, cuya primera razón es por el gasto de la gasolina, pues poquito a poquito se hace un muchito, y segundo por miedo a que se me rompa el coche y poco menos tenga que vender un riñón para arreglarlo, sino quedarme sin él, cosa que sería una catástrofe pues lo necesito.

 

Es todo tan sumamente repugnante, tan asqueroso, tan de juzgado de guardia que dan ganas de coger la maleta, si es que aun te queda maleta, y largarte a una república banarera, comprarte una motillo de segunda mano y vivir de un huertecillo y de vender baratijas artesanales.

Pero como no puedes dejarlo todo, tirar toda tu vida por la borda, te tienes que joder, quedarte aquí sufriendo a Montoro, a Rajoy, a la Pastor, al Soria, al Zapatero saliendo eventualmente de su guarida a seguir diciendo paridas, al Madina, al Cayo Lara, al Garzón, al Artur Mas, Urukullu, Pablo Iglesias y toda esta colección de GENTUZA mientras ves como a la par que te hunden la vida destrozan tu país, cada cual a su manera.

Y mientras tanto a seguir sufriendo periódicamente el atraco de la gasolina. ¿Por qué? Pues porque no tenemos otra opción.

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