sábado, 26 de octubre de 2013

La Canción del Legionario


Para animarnos un poco de tanta desgracia y tanta maldad que estamos sufriendo en lo que antaño fue el refugio espiritual de occidente, que mejor que la música, y si es una canción como “La canción del Legionario”, himno de la legión española que rebosa energía y patriotismo por todas partes, pues yo al menos me olvido un poco de las desgracias y coge uno algo de ánimo, aunque bien poco durará la alegría en casa del pobre.

Un poco de la historia de este himno es la siguiente:
 
 

 
Apareció a finales de 1920 o principios de 1921, poco después (o casi a la vez) de “Tercios Heroicos”, como consecuencia de la petición que realizó Millán Astray a músicos y letristas conocidos, así como al movimiento que se produjo entre diversos músicos militares por aportar marchas al nuevo Cuerpo.

Sus autores son: de la letra, el (entonces) Comandante D. Emilio Guillén Pedemonti; de la música, el maestro Modesto Romero Martínez.

Fue una de las canciones iniciales del Cuerpo más cantadas. Como himno del Tercio, ya se había adoptado “Tercios heroicos”. Pero la fuerza de esta canción de marcha hizo que, con el tiempo, se convirtiera en el Himno oficial de la Legión.

Se cantó muchísimo en la División Azul, y más aún en la Legión Azul, tanto por ser el himno de la Legión, como por su tono vibrante, que la hacía ideal para los momentos de combate.

Pero al tratarse de un Himno, y no de una simple marcha, no tuvo ni tiene letras alternativas. Siempre se ha cantado, se canta y -me atrevo a aventurar- se cantará con su única letra.






 


Historia

Aparte de lo dicho anteriormente, hay un artículo de ABC, publicado a raíz del fallecimiento del maestro Romero (autor de su música), del que se han extraído fragmentos que se incluyen a continuación, y que describe bastante bien cómo se engendró y gestó el Himno.

Artículo de ABC de Hernández Petit, del 13 de agosto de 1954, titulado: “Así se escribió –letra y música- el Himno oficial de la Legión”:

“Y sobre el himno de la Legión, cuenta (Modesto Romero Martínez) que Millán Astray dijo a Guillén Pedemonti que no le gustaba que los legionarios españoles cantaran “La Madelón”. Que quería un himno viril, que fuera expresivo de nuestro modo de ser y en el que se diga como contraseña algo así como “legionarios a luchar, legionarios a morir”.

Algún tiempo después Guillén se reunió con los capitanes Arredondo
(2 veces laureado, y que da nombre al comedor de actos de la Academia de Infantería de Toledo), Castillo y Ortiz de Zárate (muerto este último ante Irún, en la guerra civil), y ante ellos leyó con voz trémula:

“Soy valiente y leal legionario
soy soldado de brava legión...”

Al terminar, se emocionaron tanto que uno de ellos, como disculpa, explicó:

“No se extrañe nuestra sensibilidad. Para nosotros, la Legión es algo tan querido, tan íntimamente nuestro, que nos hemos emocionado “así”, pensando en lo que va a suceder cuando los conozcan los legionarios, si el maestro acierta”.

“A mí –decía el maestro Romero al autor de esta columna- también me pareció muy buena aquella letra. Al día siguiente, otra vez reunidos, me senté al piano. Me abrazaron y el Himno de la Legión se cantó por primera vez con voces roncas y lágrimas de emoción... Para convalecer de una de sus primeras heridas –continuó- Millán Astray llegó a Madrid algunos días después. Ya tenía minuciosas noticias del himno. Con su característica impaciencia hizo que nos buscaran a Guillén y a mí, y , al terminar, en tono vibrante comentó:

- Se entonará cuando, a hombros de sus compañeros, los legionarios lleven al legionario muerto. Se cantará en todos los momentos decisivos de alegría y de dicha, así como en el ardoroso combate, sobre todo al lanzarse al asalto.

Antes de morir, el fundador –conservo sus cariñosas cartas- me dijo “Muchas veces lo ha cantado el hoy glorioso Caudillo de España, con su 1ª bandera, en los asaltos”.

Así se escribió –letra y música- el Himno oficial de la Legión






Y sin más la letra y la canción es la siguiente:

 

La Canción del legionario - letra
(letra: Emilio Guillén Pedemonti; música: Modesto Romero Martínez)

 



I
Soy valiente y leal legionario
soy soldado de brava legión;
pesa en mi alma doliente calvario
que en el fuego busca redención.
Mi divisa no conoce el miedo,
mi destino tan solo es sufrir;
mi Bandera luchar con denuedo
hasta conseguir
vencer o morir.

Estribillo:
Legionario, legionario
que te entregas a luchar
y al azar dejas tu suerte,
pues tu vida es un azar.
Legionario, legionario
de bravura sin igual,
si en la guerra hallas la muerte,
tendrás siempre por sudario,
Legionario
la Bandera Nacional.

II
Somos héroes incógnitos todos,
nadie aspire a saber quien soy yo;
mil tragedias, de diversos modos,
el correr de la vida formó.
Cada uno será lo que quiera,
nada importa su vida anterior,
pero juntos formamos Bandera,
que da a la Legión
el más alto honor.

Estribillo:
Legionario, legionario
que te entregas a luchar
y al azar dejas tu suerte,
pues tu vida es un azar.
Legionario, legionario
de bravura sin igual,
si en la guerra hallas la muerte,
tendrás siempre por sudario,
Legionario
la Bandera Nacional.

 
 

 

PD: mi parte favorita es “si en la guerra hallas la muerte tendrás siempre por sudario, Legionario, la BANDERA NACIONAL.”
 
 

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