Que tenemos unos políticos inmorales, ladrones,
sinvergüenzas e inútiles es algo obvio. Pero en nuestra ignorancia, al menos la
mía, uno cree que hay líneas rojas en las que dices: ¡hombre, ¿cómo van a hacer
eso!? Idiota de mí. Uno nunca de deja de sorprenderse. Para gente tan vil y
miserable no hay líneas rojas.
Tenemos una clase política tan sinvergüenza que con
solo decir que el partido que presume de liberal sigue una política económica
confiscatoria propia de regímenes comunistas, y que la otra pata del banco, el
Psoe apoyado por toda la escombrera izquierdista, partidos y bandas que se dicen
socialistas y comunistas y muy de izquierdas defendiendo privilegios aldeanistas y secesionistas, cupos,
desigualdades, inmersiones lingüísticas, etc… es para salir huyendo o coger un
arma y plantarte en el congreso a lo Tejero.
La última de esta gentuza del PP que repito presume de
liberal y que me ha hecho hervir la sangre de rabia (sí, me han tocado una
fibra sensible) ha sido el impuesto del vampiro Montoro a la compra-venta de
artículos de segunda mano entre particulares a través de las webs más
importantes dedicadas a este fin que no negocio: wallapop, ebay y vibbo antes
segundamano.
Miren, el que aquí escribe se ha tirado seis años en el
paro. Seis años en el paro sin trabajo, encadenando períodos de meses y meses y
meses sin trabajo ni de repartidor de pizzas a períodos de trabajos basura de
pocas semanas o incluso días, meses y meses de depresión, de desesperanza, de
humillaciones, de explotación laboral y abusos, seis años en los que desistí incluso
de buscar trabajo, seis años en los que vi a amigos y familiares en mayor y
menor medida progresar en sus vidas mientras tu te hundes cada vez más…no
quiero seguir recordando los peores años de mi vida. Hasta en mi aspecto físico
ha causado estragos estos años horripilantes. Pues bien, una de las cosas que
me ha permitido no digo sacar dinero para pagar una letra de un piso o un
alquiler de una habitación, sino tener 20 eurillos en el bolsillo para salir a
tomarte una triste coca cola con los amigos ha sido este mercado del segunda
mano precisamente, vender a través de plataformas de segunda mano ese disco que
no usas, ese libro de la carrera que no vas a volver a leer, la bicicleta de
hace 10 años que no usas o el tocadiscos de tu abuelo que iba a tirar a la
basura y que le dices: abuelo si lo vas a tirar dámelo a ver si me lo compra
alguien y lo pones por 30 y lo acabas vendiendo por 20. Y así sacas 30 euros de aquí, 5 eurillos de allá, 12 del otro lado, y
granito a granito no haces una montaña en absoluto pero si un montoncito
humilde que te da para los gastos del día a día. Pues a los señores del PP no
les parece bien y también para esto van a poner un impuesto.
Lo de ROBAR el 4% de lo que vendas es que es tal
absurdo y tan antiliberal que si no fuese porque no tiene ninguna gracia sería
para descojonarse de un partido que presume de liberal y al que sus “rivales”
políticos le tachan de neoliberal, ultraliberal y no se que majaderías más.
Hasta donde llega la estupidez lo retrato con un
ejemplo. Partiendo de la premisa (esto lo he aprendido de la crisis) que para
que las cosas vayan bien han de suceder dos cosas: 1. Que la gente tenga dinero
para gastar. 2. Que ese dinero se mueva
(que te lo gastes).
Si no tienes dinero no hay nada que hablar. Y si tienes
dinero pero no te lo gastas es como el que tiene una tía en Alcalá, que ni
tiene tía ni tiene ná.
Yo que no tengo mucho dinero tengo una afición,
pongamos los cochecitos de radiocontrol. Como la mayoría de los hoobies suelen
ser un pozo sin fondo y te puedes gastar lo que quieras sin límites.
Continuamente están saliendo cosas nuevas y hoy te compras una carcasa, al otro
un rodamiento hecho de no se que material que acaban de inventar y al otro te
compras un juego de pegatinas que te encantan y el mes que viene te compras un
kit de pintura con aerógrafo para decorar el chasis a tu gusto. Y cuando te cansas del
coche lo vendes y te compras otro nuevo y el que se quiere iniciar en la
afición y no tiene claro si le gusta tanto en vez de gastarse 500 euros en todo un equipo se
gasta 200 en mi coche usado, y todos tan felices. El sistema funciona.
Yo siempre me he aplicado una regla que es comprar
cosillas de poco valor y si no me han valido o cuando han dejado de valerme o
de gustarme lo he vendido de segunda mano. Lo he vendido a otra persona que ha
pagado un dinero por ello porque le es útil para algo, desde un disco que
buscaba desesperadamente a un muñequito de la guerra de las galaxias que tenías
de cuando eras pequeño y que resulta que sin saberlo vale una pasta. De todos
esos productos tú ya has pagado el IVA. Puedo dar trescientos ejemplos: desde
que venda mi bici porque he visto otra mejor y vendo la vieja y me compro otra
nueva y con ese dinero pago una parte del nuevo producto, a amigos míos que se
compran un videojuego y cuando se lo han pasado lo venden para recuperar una
parte del dinero y comprarse otro videojuego, gastando más dinero. ¿Hay algo
malo en esto? NO Montoro no, no hay nada malo porque ya has pagado el IVA de
ese producto, y si ese producto se revaloriza y lo vendo 15 euros más caros de
lo que me valió será cosa mía y del que lo compra, eso no es defraudar al Estado ni el Estado se va a ir a pique porque tu hayas vendido 6 euros más caro un cromo de Ronaldo que es muy difícil de conseguir. Punto. No hay nada malo
porque si tengo dinero este sistema crea una rueda en la que el dinero fluye y
las cosas, los bienes, se les de un uso en plenitud igual que cuando decides
cambiar de coche no le tiras sino que le vendes de segunda mano. Esto lo se
hasta yo que no se nada de economía ni soy un lumbreras. Y no se nada de economía ni soy un lumbreras pero tampoco soy un sinvergüenza.
Ahora que llega el Black Friday podría decir: coño, voy
a mirar una tablet en el Corte Inglés, me compro una nueva si esta de oferta y
me gusta y si me vale 200 euros vendo la vieja tablet (entiéndase vieja, pues
un aparato electrónico con 2 años ya es viejo) por pongamos 80 euros y la nueva
me ha costado 120 euros realmente. ¿Qué hay exactamente de malo en ello? Todo
el mundo gana, yo me gasto mi dinero, 200 euros, 200 euros de los cuales una
parte es del IVA, por lo que gana el estado, el fabricante y el comerciante que obtienen su beneficio,
gana el comprador de segunda mano que adquiere un producto mucho más barato de
lo que le costaría uno nuevo, y gano yo que en vez de gastarme 200 euros me
gasto realmente 120, y gana el medio ambiente pues a un producto electrónico se
le da una segunda o una tercera oportunidad en vez de dejarlo en casa en una
caja pudriéndose hasta que en un par de años vaya a la basura creando toneladas
de residuos que mandamos por la puerta de atrás a otros países pobres.
¿Alguien me puede explicar qué hay de malo en este
proceso? ¿Por qué el estado tiene que meter las narices en este asunto si tú ya
has pagado los impuestos correspondientes al adquirir ese producto? Señor Montoro, todo no vale y el dinero no lo
es todo, lo mismo que si yo se de matemáticas y mi vecino me pide que si dos
tardes a la semana le puedo dar unas clases de refuerzo a su hijo sería de
SUBNORMALES que me tuviese que dar de alta como autónomo para declarar que he
ganado 100 euros al mes. Otra cosa es que dando clases me saque 1000 y pico euros al mes, entonces la cosa cambia. Todo no vale señores del PP, todo no vale.
Señoras y señores, se cierra el círculo vicioso en el
que nos ha metido la miserable clase política que nos desgobierna. Hunden la
inversión, el gasto, la iniciativa, y todo ¿para qué? ¿Para recaudar cuatro
miserables euros? Es la voracidad del que va husmeando hasta debajo de las
piedras buscando aunque sea dos céntimos de euro. Es de primero de manual que en un escenario de crisis y recesión que si subes los impuestos hundes el consumo y agravas la crisis. Es la incompetencia de unos
políticos que ante episodios de contaminación como el que vivimos en Madrid
estos días toman la directa y se dedican a joder a la gente que usa su coche
para en resumidas cuentas reducir un ridículo 0.4% la contaminación haciendo a
la gente perder el tiempo, circular más despacio, prohibiéndoles aparcar en el
centro, etc…Ni tan siquiera han tenido la decencia de aumentar las frecuencias de los autobuses, metros o trenes de cercanías. Este es el nivel de la clase política, desde el PP a Podemos pasando por el Psoe, a cada cual peor.
Es tristísima la voracidad y la maldad de esta gentuza
que viven a cuerpo de sultanes imponiéndonos a los demás políticas
confiscatorias y tratándonos de delincuentes, inmorales y defraudadores, y todo
con un fin: mantener un estado, el de las autonomías, que no se sostiene lo
mires por donde los mires que solo ha hecho llevarnos al abismo, saquearnos el
bolsillo, crear desigualdades conviertiendo a las personas según donde vivan en ciudadanos de primera, de segunda y hasta de
tercera clase, y alimentar a los independentistas que sueñan con romper España.
Han convertido a España en la nación más descentralizada de Europa y para
algunos aún es poco. Viendo en el congreso de los diputados hablar a políticos
del Psoe, de Podemos y a los nacionalistas y ya hasta a los del PP dan ganas de
comprar un billete de avión y largarse de este estercolero.
Lo que han conseguido es que si estas navidades veía un
teléfono móvil bueno, bonito y barato me lo iba a comprar para renovar el que
tengo y vender el mío viejo a otra persona que lo necesite por wallapop, ahora
no me voy a comprar ningún teléfono. Esta es la política “liberal” del PP de
Rajoy, Montoro, Soraya y demás gentuza. Pero no se preocupen que el dinero que
todos pagamos, incluido ese 4% que quiere Montoro y Rajoy que pagues de la
batidora vieja que no usas, ese dinero que todos pagamos seguirá llegando a Cataluña
para seguir financiando la TV3, la Vanguardia, el Periódico de Cataluña, los 7 canales de televisión independentistas, el
doblaje de películas al catalán, para seguir pagando las embajadas catalanas,
los miles de asesores y enchufados y mil y pico euros más a un Mozo de Escuadra
respecto a un Policía Nacional o un Guardia Civil.
Esta es la tristeza del país en el que vivimos, estos
son los políticos a los que seguimos votando, esta es la España engañada y
miserable que en el casi ya 2018 sigue
mirando al pasado culpando a Franco de todo lo malo que pasa.
Hace un tiempo en el trabajo en un tiempo muerto
charlaba con un mecánico también como yo aficionado a la aviación. Me comentaba
que él era piloto y que tuvo que dejarlo por un problema del corazón, que solía
volar entre el aeropuerto de Sabadell y su tierra natal, Menorca. Hablando un
poco de que algún día me gustaría sacarme algún el título de piloto me comentaba que el
aeropuerto de Sabadell estaba muerto, hundido. Pero no muerto y hundido porque
hubiese caído una bomba o porque a la gente haya dejado de gustarle los
aviones, no, muerto y hundido a impuestos. Tal cual. Porque donde antes el que
era un poco pudiente podía o tener una avionetilla o alquilarla de vez en
cuando para hacerse un vuelo ahora para todo hay un impuesto. Para sacarte el
título paga tasas, para alquilar o volar paga tasas, el combustible que gasta
el avión son todo impuestos, para despegar y aterrizar tasas, cada 2 o 3 años
el reconocimiento médico para mantener el título, más tasas, y si quieren
seguimos. Moraleja: quitando los cuatro ricos de verdad que pueden permitírselo
el resto de la gente normal con un sueldo más o menos normal les han echado
literalmente. Resultado: el aeródromo hundido y el que tenía la afición
conformándose con el Flight Simulator del ordenador o con un avión
teledirigido.
¿Esta es la España que queremos? Yo no, ni para mí ni
para mis hijos.
Pues bien, para el partido del atraco a los fondos
públicos, de los sobres en negro, el partido de la operación diálogo en
Cataluña y del cupo vasco, del hay que bajar los impuestos para crear riqueza
hasta que llego al poder y te masacro a impuestos, el partido de Miguel Ángel
Blanco y ahora de Bolinaga, el partido que hasta ha robado de la fundación
Miguel Ángel Blanco, el partido que ha hecho todo lo posible para no hacer nada
en Cataluña, esta banda capitaneada por el miserable Rajoy ahora quieren
llevarse el 4% de esas ventas de segunda mano que a mucha gente le dan un extra para llegar a final de mes.
Me importa una mierda si es legal o no cobrar ese
impuesto, si se que es sumamente indecente o corrupto y que define a la
perfección el sistema político en el que vivimos. Carecen por completo de
dignidad y de moral. Intentar llevarse cuatro duros del juguete viejo que
vendes de tu hijo denota la estupidez, la falta absoluta de cualquier principio
salvo uno: la avaricia y el de masacrar a impuestos al ciudadano para seguir
manteniendo el chiringuito en pie que se derrumba. Por chiringuito me refiero
al estado de las autonomías, que es el sistema político que hicieron los
políticos para ellos mismos a la muerte de Franco encima intentando venderlo
como democrático.
Tenemos un país tan deplorable que para todo hay un
impuesto.
Si ahorras pagas el impuesto de patrimonio.
Si ganas dinero pagas el IRPF.
Si creas una empresa pagas el impuesto de sociedades.
Si gastas dinero a pagar el IVA.
Si compras o tienes una vivienda has de pagar el IBI.
Si donas un dinero o un bien te toca pagar el impuesto
de donaciones.
Si te dedicas a pulirte tu dinero en el juego también
tienes otro impuesto: los tributos sobre el juego.
Y dirán: bueno, ya no hay más de donde sacar. Pues si,
aun queda morirte, y al morirte tú o tus herederos pagarán el impuesto de
sucesiones. Ni morirte sale gratis. Además del entierro claro.
Ante semejante atraco ¿qué prosperidad puede existir? ¿Qué
ilusión puede tener alguien en iniciar una aventura empresarial? Todos a vivir
del estado hasta que el sistema reviente y entonces todos a llorar como con la
burbuja del ladrillo. En un país normal con políticos decentes y no populistas
que solo miran a corto plazo estos se ocuparían de estos problemas de forma
prioritaria. En España es mucho pedir.
Hubo un alemán que luego fue líder religioso en
EEUU llamado William John Henry Boetcker
(1873-1962). Este señor entre otras cosas escribió un decálogo de normas
titulados The ten cannots (No podéis, los 10 no podéis) en los que relata y
escribe en diez normas fundamentales la libertad y la responsabilidad del
individuo sobre sí mismo.
El decálogo es el siguiente, todos ellos violados,
pisoteados y mancillados por nuestra clase política dirigente.
1.
No podéis crear prosperidad penalizando el
ahorro.
2.
No podéis fortalecer al débil debilitando
al fuerte.
3.
No podéis ayudar a los pequeños aplastando
a los grandes.
4.
No podéis ayudar al pobre arruinando al
rico.
5.
No podéis elevar al trabajador asalariado
presionando a quien paga el salario.
6.
No podéis resolver los problemas gastando
más dinero del que ganáis.
7.
No podéis promover la fraternidad de la
humanidad incitando e odio de clases.
8.
No podéis garantizar una adecuada seguridad
con el dinero prestado.
9.
No podéis formar el carácter y el valor de
un hombre quitándole su independencia, libertad e iniciativa.
10. No
podéis ayudar a los hombres permanentemente realizando por ellos lo que ellos
pueden y deben hacer por sí mismos.
De gentuza como Ada Colau o Pablo Iglesias es de lógica
y hasta de ley que este decálogo sea repudiado, odiado y mancillado, lo
contrario sería para echarse a temblar. Pero que sea pisoteado por los que
dicen ser de derechas, por los que presumen de liberales….eso es intolerable.
Esto es lo que hay. Pagar al estado desde el mismo
momento en que te despiertas por la mañana y enciendes la luz de la mesilla.
Han hundido el consumo y están orgullosos de ello. Nos
mienten en nuestra cara y estamos encantados de ello.
Que nadie se olvide de que si en el congreso de los
diputados están los que están es porque los españoles así lo hemos querido, me da igual que sean del PP o de Podemos o hasta los etarras que hasta hace un par de años ponían bombas y mataban a tiros.
Para terminar quiero hacer la siguiente reflexión.
¿Qué ha cambiado para que un sistema que ha funcionado
desde los años 50, que ha creado riquezas y prosperidad, ahora haya dejado de
funcionar?
Yo señalo a dos culpables: 1. El estado de las autonomías. 2. La bazofia de la globalización que nos han metido a martillazos favoreciendo que el trabajo se marche a países del tercer mundo y a su vez abriendo las puertas a millones de inmigrantes con os resultados que todos conocemos.
El atraco continúa y de momento se pueden ir poniendo parches y más parches, hasta que ya no haya ni más sitio para poner parches y ni tan siquiera parches que poner. Entonces nos van a entrar la risa. Mientras tanto el atraco continúa.
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