sábado, 13 de mayo de 2017

Los “jetócratas” y Franco

La izquierda en España y en Europa tiene un problema: se desploman, nadie cree en ellos. Están desapareciendo del mapa en prácticamente todas las naciones, y justo en una época en la que el fracaso de la economía actual, del libre mercado,  de la Unión Europea, del liberalismo económico y el capitalismo salvaje es algo patente. Y ante esta situación vuelven con recetas obsoletas, sobradamente fracasadas, sin nada más que ofrecer que sectarismo ideológico.






Ante tal fracaso y frustración la izquierda española y perdón por lo de española, abre el sobre con el plan B. Y del sobre sacan una papeleta que pone: FRANCISCO FRANCO. Por el reverso pone: LA IGLESIA CATÓLICA.




Y a ello vuelven una, otra y otra vez los que provocaron la guerra civil y los que, gracias a Dios, la perdieron.




Vuelven a la carga, oootra vez, si, erre que erre, con el Valle de los Caídos y con la monserga de sacar a Franco del mismo y quitar a José Antonio Primo de Rivera del lugar preferente que ocupa. Vuelta la burra al trigo con profanar el Valle de los Caídos para, unos dicen demolerlo, otros que si convertirlo en una especie de museo de los horrores del franquismo y la última payasada, esta vez de la mano de Albert Rivera, que si convertirlo en un cementerio al estilo Arlington de Washington. Todo con tal de no reconocerlo como lo que es: el Valle de los Caídos que tanto les escuece y molesta representa por un lado la victoria de España, de la verdadera España, de la España Nacional frente al marxismo, el comunismo y la antiespaña, y por otro lado es un monumento a la reconciliación nacional de todos los españoles, un abrazo a todos los arrepentidos, reconciliación que gracias a Zapatero ha saltado por los aires y como de aquellos barros vienen estos lodos, los hijos políticos de Zapatero, Podemos, han dicho que quieren jugar el partido de la revancha y que la única legitimidad es la que tenía la II República con el Frente Popular. Sus golpes de estado (perdón revoluciones en pro del obrero), sus fusilamientos, paseíllos, asaltos a Iglesias, crímenes varios, destrozo del patrimonio nacional de todos, y todo cuanto hagan esta justificado.








Se votó en el parlamento la proposición haciendo mucho hincapié en que es una proposición no de ley que no obliga al gobierno a cumplirla.
Votaron que sí 198 diputados, 140 del PP se abstuvieron y uno que se equivocó de botón (sin comentarios) votó que no. Entre los que votaron que sí estuvo también Ciudadanos. Que tomen notan algunos, los que ven en Albert Rivera al nuevo Adolfo Suárez. Votando junto al Psoe, a Podemos y a toda la basura independentista y etarra profanar una tumba.




Yo no soy amigo de profanar ninguna tumba, sea de Franco, de Santiago Carrillo o del Papa. Los muertos se quedan donde están y que Dios les juzgue. Y punto. ¿Pero qué coño es esto de esta abriendo tumbas y no dejar a los muertos descansar en paz?




Sencillamente lo de esta gentuza, hablo de Podemos, del Psoe, de ERC y de toda la banda de rojos y separatistas, es para ponerles un tratamiento de choque porque la obsesión que tienen con Franco traspasa los límites de la cordura. Yo creo sinceramente que lo primero que piensan cuando se levantan es en Franco.
De los borregos que van a votarles después de consumir en vena horas, horas, horas y horas de La Sexta y La Cuatro promocionado por el PP de Soraya y Mariano no cabe esperar nada, son la masa teledirigida del rebaño que encima presumen de valores. Serán los valores como los del Barcelona Club de Fútbol. “Valors”.




Ahora resulta que aquellos que se autodefinen como los “gobiernos del cambio” que llegaron denunciando los cientos de miles de niños desnutridos que había en España que llegaban al colegio por la mañana sin desayunar porque sus familias no tenían que comer por culpa de Franco y del PP, la emergencia social de una sociedad que en masa buscaba en los cubos de la basura, que denunciaban una España post-apocalíptica, ahora resulta que la emergencia, lo urgente es cambiar el nombre de las calles que a ellos no les gustan, fomentar el catalanismo en la Comunidad Valenciana, acoger a refugiados y sobre todo, lo más importante, sacar a Franco del Valle de los Caídos. A un señor de Carabanchel o de Hortaleza sin duda es lo que más le preocupa.






Ya no basta con la Ley de Desmemoria Histérica, no les basta con cambiar el nombre de las calles, con destrozar las lápidas con los nombres de los asesinados por ellos mismos que recuerdan sus crímenes y atrocidades, no les basta con difamar, mentir y engañar, no les basta con seleccionar la Memoria que a ellos les interesa y no les basta con hacer un copia aquí, corta allá y borra más allá para reescribir la historia al gusto del consumidor. Todo ello está bien y se sienten orgullosos, pero es caza menor, porque la verdadera pieza de caza mayor es la profanación de la tumba del Generalísimo y la posterior reconversión del Valle de los Caídos en vete a saber qué, pero nada decente ni nada bueno seguro.

Es repugnante ver a toda la escoria política votando en masa sacar a Franco del Valle de los Caídos. Del PP en fin….no cabe esperar absolutamente nada. Son cómplices directos de las fechorías de la izquierda.




Es repugnante padecer a unos políticos tan sumamente desgraciados y miserables votando estas indecencias. Es repugnante ver a una sociedad lanar que solo hace despotricar en el bar de los políticos pero luego el día de las elecciones van en masa a votarles. Es repugnante que teniendo en España los problemas gravísimos que tenemos y habiendo problemas en el aire tan urgentísimos y trascendentes como el tema de la reforma del sistema de pensiones se gaste un solo minuto en discutir sobre profanar la tumba de Franco. El disparate de la 19 CCAA, los brutales impuestos que pagamos, el sistema sanitario o el nefasto sistema educativo que padece España. Esto mientras nos masacran a impuestos una colección de gentuza elegidos por todos para seguir manteniendo un sistema político acabado, nefasto y esperpéntico que bien es un sistema federal. Que el tema a debate en el parlamento de un país como España sea qué hacer con la tumba de Franco es un claro reflejo del nivel moral e intelectual del país. Me pregunto si viniese una persona de fuera que no tuviese ni idea de España y le explicáramos los problemas del país y al entrar en el Congreso viese lo que se está votando, cualquiera con dos dedo de frente pensarían que estamos locos o idiotas. Ni votos a favor ni votos en contra ni abstenciones ni leches. Franco se queda donde está.




Y por encima de todo es sumamente repugnante ver como no se respeta a los muertos, como se reescribe la historia y como se calumnia y se difama sobre una persona honesta ya difunta y su obra.

Muchas personas se posicionan en contra de sacar a Franco del Valle de los Caídos por el mero hecho de no remover la historia, o como dicen algunos, de no remover la mierda, como si la historia de España y Franco fuesen tal palabra. MIERDA con mayúsculas es Podemos, es Pablo Iglesias, es Otegui, es el separatismo, es Maduro y es lo que lleva haciendo el partido socialista 40 y pico años.







Yo me quito la camisa, me pinto la cara y me bato en duelo, y niego la mayor. Yo estoy radicalmente en contra de profanar, llamemos las cosas por su nombre, la tumba de Francisco Franco, antiguo Jefe del Estado, el hombre que ganó la guerra, que modernizó España, que creó un Estado de bienestar sin igual hasta entonces del cual aun hoy nos beneficiamos y que dejó el camino preparado para la llegada de la democracia que esta a puntito de llevarnos a todos al borde del precipicio. Yo no estoy en contra de semejante atrocidad como dicen muchos “por no remover el pasado”. Yo estoy en contra porque a ese Señor y a esa España la debemos honor, recuerdo y gratitud. Porque cuando se dice “no remover el pasado” estamos asumiendo que los buenos fueron los malos y los malos ahora son los buenos, que no queremos hablar de aquello como el hombre que tiene un desliz y engaña a su mujer una noche y luego se arrepiente de ello y no quiere hablar de ello nunca. Y por ahí no paso porque no hay nada de lo que avergonzarse. La cabeza baja ellos, que son los que perdieron la guerra y los que todavía no han asumido lo que pasó. Y si alguien ha de pedir perdón que empiecen ellos que tienen mucho de lo que arrepentirse y de lo que callar. La cabeza baja ellos que sus ideas políticas que nos quieren implantar en nuestra España han arruinado naciones ricas siempre a golpe de crímenes y de persecuciones.








Odian a Franco igual que odian a Dios, a la Iglesia y a España porque todo ello va en el mismo pack. Odian a Franco porque les ganó la guerra y les fastidió sus planes revolucionarios, comunistas y marxistas para España. Odian a Franco porque tras la guerra civil no daban un duro por él cuando empezase la Segunda Guerra Mundial, y esperando su caída resulta que murió 40 años después en la cama de un Hospital Público rodeado del cariño y el afecto de la INMENSA MAYORIA del pueblo español, aunque en el “Cuéntame” refleje o contrario. Odian a Franco porque consiguió mantenerse en el poder gracias al apoyo de los españoles, del pueblo español, durante 40 años sin que nadie, NADIE ni tan siquiera le tosiese un poquito. Odian a Franco porque cuando se frotaban las manos tras la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial y sin renunciar prácticamente a nada consiguió mantener el apoyo de las grandes potencias extranjeras e incluso llegar a ser aliado íntimo de los EEUU. Odian a Franco porque salió victorioso habiéndose fotografiado primero con Hitler y luego con Eisenhower.  Odian a Franco porque donde creían que su régimen sería un lodazal de hambre, de miseria y de brutalidad resultó que no fue tal, sino que en 1975 dejó un país próspero, humilde, no rico, pero sí próspero donde se vivía muy bien, donde no faltaba de nada y se podía hacer prácticamente de todo. Odian a Franco porque donde cogió una nación devastada por la guerra, el odio, el hambre, los piojos y la miseria dejó 40 años después una España ordenada, limpia, aseada y reconciliada, una España donde se podía tirar comida a la basura, donde la inmensa mayoría de los españoles era propietario de una vivienda y algunos hasta de dos, donde no había paro, donde todo el que quería podía estudiar. Odian a Franco porque consiguió reconstruir el país por sus (nuestras) propias fuerzas y recursos sin ayudas de nadie. Odian a Franco porque teniendo todo el poder no robó nada ni jamás engañó a su mujer con otra, ni era un borracho ni un fiestas. España octava potencia económica mundial, poco más cabe añadir. Y sí, los rojos y los separatistas estaban a raya como debería ser, aparte que eran cuatro pelagatos trasnochados, no como ahora que son millones gracias a la maravillosa democracia que padecemos. Y se gobernaba para el interés de la mayoría, no minorías.
Y así, 80 años después, por Decreto Ley por unanimidad en la Cámara, Franco perdió la guerra y los que osen negarlo podrán tener penas de cárcel. Y con Franco cautivo y desarmado llegarán al fondo del asunto, que es seguir pintando la II República como el paraíso al que debemos volver, cuando lo que realmente fue es el infierno mismo.




El odio de gentuza como Pablo Iglesias contra Franco es lógico y normal en gente resentida incapaz de pasar página en la historia y que siguen defendiendo ideas sobradamente fracasadas y criminales. Lo que no es normal es la obsesión enfermiza por intentar seguir buscando la revancha desde 1939, de intentar ganar 80 años después lo que perdiste en el campo de batalla con toda justicia. Yo, llámenme raro, me gusta acordarme del gol que metí, no del gol que fallé sin portero. Me gusta acordarme del examen que saqué un diez, no del que suspendí con un tres.






Que en el año 2017 se siga hablando de Franco como algo vigente, algo de actualidad, a mi juicio solo hace aumentar la grandeza de ese señor. Como dice el refranero popular no ofende quien quiere sino quien puede. Franco no fue una ofensa en absoluto, sino un gobernante ejemplar, honesto y decente y ojalá dentro de muchos años se le reconozca su obra. Mientras tanto los de siempre, porque son los de siempre, seguirán erre que erre, y el día que vuelvan al poder, que volverán tarde o temprano (España es así de cazurra) y quizás en forma de Frente Popular, harán todo cuanto puedan y más allá para conseguir su pieza de caza mayor, como si con ello fuesen a ganar la guerra que perdieron aquel Primero de Abril de 1939.



Ya saben…

”en el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas Nacionales sus últimos objetivos militares. La Guerra ha terminado. Burgos Primero de Abril de 1939. El Generalísimo: FRANCO”.




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