Recuerdo cuando era niño, cuando después de comer
echaban dibujos en la televisión. Recuerdo con mucho cariño aquellos dibujos,
que algunos no eran dibujos como tales sino marionetas, como aquella serie llamada
“Los Aurones”, con Poti Poti lanzando rayos y convirtiendo a los malos en
frutas, al torpe y tonto ayudante del malo, Gayofa, las risas que nos causaba.
Recuerdo levantarme por la mañana y ponerme a ver
los dibujos que echaban entonces….Una lista interminable. Recuerdo en verano
antes de comer viendo Los Pitufos en la tele (quizás en Telecinco….quien lo ha
visto y quien lo veo). Y sólo había cinco cadenas, no como ahora que hay no se
cuantos canales con el TDT.
¿A donde quiero llegar con esto? Pues quiero llegar
a la desaparición de la programación infantil, al fin de esa bendita ingenuidad
que uno tiene cuando es niño para dar paso a la bazofia política, a la prensa
rosa más cutre, hortera y barriobajera, y a la utilización de los niños como
espectáculo televisivo.
Hoy la ingenuidad infantil ha dejado lugar a otros
programas, para mi personalmente auténtica basura televisiva. Los Pitufos han
sido sustituidos por Hombres Mujeres y viceversa. Da una clara imagen del
retroceso moral bestial que ha sufrido la sociedad española. Ahora ya las niñas
no juegan en casa a cocinar con alimentos de plástico. Ahora van a un concurso
televisivo como el Master Chef ese, que no lo he visto nunca ni pienso verlo,
donde van un montón de niños a COMPETIR
entre ellos, a comportarse como personas mayores.
Ya no hay Espinetes ni Barrios Sésamos, ahora el
afán de los niños es ir al programa ese de La Voz Kids a hacerse famosos antes
de la cuenta o a tener su momento de gloria, a ser LOS MEJORES. Y en todos los
programas hay un denominador común: competir, competir y competir, solo puede
quedar uno y el resto eliminados, o sea, fracasados. Esta es la sociedad que
estamos creando de extrema competividad, de que si no eres el mejor no vales
para nada.
La telebasura, la batalla por tener más audiencia al
precio que sea y pasando por encima de lo que haya que pasar, ha hecho que los
programas infantiles hayan sido sustituidos por estos engendros televisivos que perturban profundamente la moral.
Aquellos dibujos y programas que intentaban enseñar,
despertar inquietudes en los niños, sencillamente han dejado de tener lugar.
Ahora lo que se lleva es programas para adultos donde los protagonistas son
niños que imitan conductas de gente mayor, o tertulias políticas a todas horas,
o peor aun, la mierda del Sálvame con toda esa banda de indeseables hablando
tonterías las 24 horas del día, o el Gran Hermano, producto televisivo inmoral
a todas luces, o engendros incalificables como Mujeres Hombres y viceversa, y
suma y sigue. Esto es lo que hay señores. Una clara muestra de lo que la
sociedad demanda y se traga por el gaznate.
Me hace gracia luego cuando le plantan al niño por
la tele una cara borrosa para que no se le reconozca, pero luego hay programas
de este tipo donde salen todo niños, algunos reviejos y profundamente
repelentes, donde los directivos de las cadenas solo buscan la impresión fácil
y la ternura que producen en el público: un producto fácil y barato. Da igual
si el niño canta, baila, juega al fútbol o cocina, lo importante es que haya
competencia, que la gente se posicione a favor o en contra de. Porque ese es
otro elemento clave: uno debe tomar partido desde el sofá de su casa.
Yo no se donde seleccionarán a esos niños, yo desde
luego, seré muy tonto, a esa edad no tenía ese desparpajo ni esa soltura más
que para jugar al fútbol y una ingenuidad propia de la edad. Yo a esa edad
jugaba a las chapas en el parque, bajaba a la piscina en verano y montaba en
bici en el pueblo.
Toda esta basura televisiva crea falsos referentes
entre la juventud e incita a hacerse mayor antes de tiempo. Hay cosas que uno
tiene clarísimas en la vida y una de ellas que yo tengo grabadas a sangre y
fuego es que cada cosa llega a una edad, y todo tiene su momento. Es lógico y
normal de pequeños o adolescentes querer hacer cosas de mayores, tener
enseguida coche, entrar a las discotecas de mayores, pero todo tiene su
momento, y un chico de 14 o 15 años no puede estar en una discoteca de gente de
25 ni un tío de 45 o 50 años puede estar yendo a discotecas donde van chavales
de 20 años. Esto es así y no hay más. Punto. Siempre he tenido claro que el que
quiere correr más de la cuenta va a disfrutar menos de la vida, y conozco casos
de amigos que con 15 años llevaban vidas de gente de 25-30 años, y como es
lógico con 25 años están ya de vuelta y media de todo porque ya se han drogado
con todas las drogas habidas y por haber, han ido a todas las discotecas de
Madrid, de España y hasta del extranjero, se han acostado con no se cuantos y
se han gastado miles de euros por el camino. A los 30 años están cansados de
vivir porque han corrido más de la cuenta, porque a nada que esa persona tenga
un cuarto de cerebro va a ser consciente de que tiene una vida profundamente
vacía, un trabajo de mierda sino esta desempleado, y que en no pocos casos
después de estar siempre rodeado de novietes y novietas a la hora de la verdad
con 30 años está en la vida más solo que la una. Son vidas vacías y lo que queda pasados los años del desfase es un sentimiento profundo de fracaso.
Volviendo al hilo anterior esta programación basura,
La Voz, Master Chef Junior, Operación Triunfo, Lluvia de estrellas, etc… crean
unas expectativas en los niños y adolescentes de estrellato y de éxito que
lógicamente en el 99,9% no se cumplirán y los llevarán a un sentimiento de
profundo fracaso, un concepto erróneo del éxito, un estrés insoportable que
tendrá consecuencias en sus vidas. Y, como conozco a alguno, gente con la
cabeza a pájaros que vive de los sueños y de metas inalcanzables, donde incluso
pasados con los 30 como es mi caso algunos aun no se han dado cuenta de que los
Reyes Magos son los padres y siguen intentando y planificando su vida buscando
el éxito que jamás llegará: jugar en el Real Madrid, ser un actor famoso, triunfar
en el mundo de la canción, ser un cocinero de renombre, etc…. Y viven con esa
ilusión. Me parece triste, francamente.
Incluso los triunfadores de estos programas, que por
un momento consiguen tocar el cielo, sufrirán casi seguro un sentimiento de
fracaso cuando su momento de gloria haya pasado y vuelvan a ser Pedrito Pérez
Fernández, un don nadie que baja a la panadería de la calle de al lado a
comprar el pan.
Algunos vivirán el resto de sus vidas diciéndose a
si mismos y a sus seres queridos: yo fui el número uno, yo podría haberlo sido
todo, yo tuve mi momento. Allá cada cual.
Para mas gravedad del asunto estas bazofias se
emiten a partir de las 10 de la noche. Con diez años mi madre me acostaba a las
10 o las 10,30 como muy tarde. Programas que luego acaban a las 12 o la 1 o
hasta las dos de la madrugada. Evidentemente denotan que son programas
protagonizados por niños para el disfrute de los adultos y si a esas horas está
un niño viendo la tele más gravedad aun. Imagínense la cara del chiquillo en el
colegio si se ha acostado a las dos de la madrugada. Los hay, créanme.
Muchas veces la culpa no es de los niños, que
alentados por la televisión se creen que el éxito y la fama esta al alcance de
su mano, sino de los padres. No son pocos los casos de auténticos descerebrados
o simples fracasados que intentan compensar en sus hijos sus frustraciones, y
como yo no llegué a jugar en Primera División mi hijo tiene que intentarlo a
toda costa, aunque tenga que dejar los estudios a los 15 años. Ellos son los verdaderos
culpables, pues al fin y al cabo un niño, un adolescente, no tiene la madurez
ni el conocimiento que se supone debería tener una persona adulta, y esos
adultos con llevar a sus hijos a esos programas solo buscan su disfrute a
través del pequeño.
El formato del casting buscando el talento infantil
esta ya más visto que el TBO y solo busca impresionar a un tipo de público que
se cree que lo sabe todo y lo ha visto ya todo. De nuevo cada uno de nosotros
nos creemos los más listos del universo.
Ya han hecho telebasura con personas, con animales…y
con niños.
En cada casa todos opinan y todos se posicionan,
existe un jurado formado por personajes famosos, y el show hace al espectador
partícipe del espectáculo. Es esencial que el show trate de quehaceres
cotidianos donde todos nos sentamos identificados. Un programa sobre ajedrez,
sobre matemáticas por ejemplo, no triunfaría. Demasiado para la sociedad de
hoy.
Ya se ha perdido la inocencia infantil, ya los niños
no juegan en la tele sino que la tele juega con los niños. Es lamentable.
Quienes nacimos y crecimos en los 80 y primeros de
los 90 teníamos otra mentalidad, otra educación y otra televisión que esta a
años luz de esta mierda televisiva.
Yo me quedaba embobado viendo Barrio Sésamo, me
encantaban los Aurones, los Fraguel Rock, los Snorkel y todos esos dibujos que
echaban por la mañana y después de comer y antes de comer. Recuerdo con cariño
y nostalgia cuando alguna vez bajábamos al videoclub a alquilar una película.
Comíamos superdeprisa mi hermano y yo para ponernos a verla enseguida, y a
veces por la tarde o al día siguiente la veíamos otra vez.
¿Y hoy? Pues hoy toda esa programación para niños ha
sido sustituida por pura bazofia y ladrillos políticos. Debates políticos
deleznables para seguir aborregando a la sociedad y cebando a los políticos que
nos han hundido nuestras vidas y robado la mitad de nuestro salario. Desde por
la mañana pronto y durante toda la mañana hasta la hora de comer política, política
y política, y después de comer te plantan una película extranjera lamentable,
infumable, echa con bajo presupuesto, y por la tarde y a la noche más ladrillos
políticos. Y luego dicen del franquismo….El Nodo era una maravilla cultural.
Lo poco que queda de los dibujos de hoy, y subrayo
que es posible que haya perdido la objetividad al haberme hecho mayor, me parece una soberana basura.
Dibujos chorras sin ningún tipo de gracia, cuando no
cosas sórdidas como el Sin Chan que enseñan a ser un vacilón, un cerdo, un
guarro y un maleducado. O hasta el Disney Channel transmitiendo valores
(entiéndase “valores”) como el matrimonio entre homosexuales.
Los niños se enganchan a la tele porque no hay
espacios públicos para que los niños salgan a jugar y relacionarse con otros
niños. Primero porque no hay apenas lugares donde jugar, segundo porque los que
hay están tomados por bandas latinas o extranjeros de mal vivir y peores
intenciones, tercero porque ya no mandamos a nuestros hijos solos ni a la
vuelta de la esquina a comprar el pan por miedo a que le secuestren o le pase
sabe Dios qué. Y los cuatro parques que hay bien se cuidan de poner una placa
de “Prohibido jugar a la pelota”. Con dos cojones. Por no hablar, ya lo expresé
en mi entrada “Niños con vidas de adultos”, de la vida que llevan algunos niños
de extrema competencia, de obligaciones desmedidas como ir a la academia,
hablar inglés, francés, saber informática, aprobar con nota, etc…
Este es el mundo que tenemos de extrema competencia,
donde ya no vale tener una carrera universitaria sino que hay que tener dos
carreras, hablar cinco o seis idiomas, dos masteres, experiencia en no se
cuantas cosas, títulos y cursos. ¿Pero estamos locos? ¿Es que ya el currito o
el que no da más de sí está condenado a ser un desgraciado toda su vida? ¿Le
tiramos a la basura?
No se si me he desviado del tema, pero creo que todo
va relacionado.
Espinete ya no existe, ni Don Pimpón, ni los
Snorkel, porque Gran Hermano, Sálvame, Al Rojo Vivo, Pablo Iglesias, y Mujeres
Hombres y Viceversa los han echado.
Recuerdo que unos dibujos que me gustaban mucho eran
Dartacan y los tres mosqueperros. En un momento de la cancioncilla de entrada
sale una frase escrita que dice así:
“Esta serie basada en la novela de Alejandro Dumas
Los tres mosqueteros, pretende a través de sus divertidos protagonistas
resaltar dos virtudes que nunca se deben olvidar: EL HONOR Y LA AMISTAD”
Es lógico y normal que en una sociedad sin honor este
tipo de dibujos ya no tengan cabida, y hasta si me apuran, habrá quien los
tache de fascistas y franquistas, algo carca, casposo, algo del pasado no acorde a lo denominado "nuevos tiempos".
Esto es lo que hay. Viva la democracia. Pero no se
preocupen, siempre pueden poner la Sexta y ver Al Rojo Vivo o La Sexta Columna,
y si se aburren en Telecinco seguro estarán poniendo Sálvame, Gran Hermano o Hombres, Mujeres y Viceversa.
Pues tienes toda la razón. Lo comparto 100%. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario. Un saludo
EliminarTienes razón en todo ... Creo que te dejaste a la bruja avería 🤣🤣🤣... Un saludo de uno del 79.
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